Este proceso constitucional es tan o más de trinchera que el anterior y todos los actores políticos -que se creen relevantes- están matanado a la Constitución que están elaborando los Consejeros dominados por los Republicanos, la versión de más a la derecha de la Lista del Pueblo, es decir se está volviendo a redactar una constitución extremista como lo han dicho por ejemplo Evelyn Matthei que aún cree que será la presidencial de la centro derecha, pero no se da cuenta que solo le pavimenta el camino para Piñera 3.
Más allá de esta futorología politiquera, lo concreto es que hay consenso transversal que la única manera de salvar la nueva Constitución es validando la elaborada por los «expertos», así lo plantea Juan Pablo Orrego, Investigador doctoral en Política, Universidad de Edimburgo y militante de Comunes que sostiene: «Ante la eventual victoria del voto en contra en diciembre, el Congreso puede iniciar un proceso que permita aprobar el texto elaborado por la Comisión Experta, único que hasta la fecha ha suscitado el acuerdo transversal, como nueva Constitución del país».
En esta misma línea, de sacar adelante la Constitución de los Expertos, estan los presidentes de la UDI y RN. En tanto Amarillos, Demócratas, PPD y parte del PS derechamente hablan de rechazo a la propuesta que están «cocinando» los consejeros.
Pero todas estas ideas serán consultados al «soberano» que en definitiva es qie de deberia aprobar la idea, porque es poco probable que se acepte sin ningún reparo la idea de una Constitución que salga por secretaría y avalada por la institución peor evaluada de la nación como es el Congreso Nacional y en particular el Senado.
Y en este contexto, vale preguntarse ¿qué rol jugara el Presidente de la República?, ¿aceptará promover una Constitución como la de los expertos? y ¿en todo este proceso que terminará el 17 de diciemrbe se evalúan las repercusiones que tendrá un rechazo lapidario y cómo afectará a la mal llamada (des)clase política gran responsable de esta crisis que se arrastra por años?