Por: Rolando Cáceres, CEO & Founder de iBuilder
El Presidente dio a conocer la propuesta de Pacto Fiscal este 1 de agosto. Si bien dijo que el proyecto debe ser afinado, subrayó que con los recursos actuales no sería posible financiar los proyectos de índole social. En la alocución, entre otras medidas, el Mandatario instó a una reforma de la tributación a la renta, tanto de empresas como de personas, “en la perspectiva de elevar el aporte, exclusivamente, de las personas de mayores ingresos”. La situación actual, sin embargo, no resiste nuevos impuestos, una de las grandes razones por la que ya se rechazó la Reforma Tributaria.
Esta vez la propuesta del Ejecutivo es ir paso a paso con distintos proyectos y aquí es clave dar prioridad el impulso al crecimiento a través de la inversión y la productividad. Esta debe ser la hoja de ruta para muchos rubros que hoy estamos en crisis.
En el caso particular de la construcción, esta época gris comenzó con la pandemia, que afectó la cadena de abastecimiento y aumentó el valor de los materiales. Sus efectos, no obstante, están terminando, pero la crisis en el sector se mantiene. ¿Por qué? Principalmente por el ambiente político y la falta de certeza jurídica, lo que impacta en la inversión.
Si el Gobierno quiere generar estos recursos, la mejor vía es la inversión. Al haber inversión, habrá más trabajo, las constructoras van a tener nuevos proyectos, generar flujo y recuperarse. Pero, ¿cómo generar inversión en estos momentos? Volver a tener un Chile más competitivo, donde los inversionistas quieran ingresar y no se encuentren con trabas o cambios en las reglas del juego durante los próximos años. Un pacto por más inversión.