Desde hace muchos años que Chile tiene una problemática constructiva en relación a viviendas sociales. En algunos casos la insuficiencia en la calidad, así como la localización, evidencian la necesidad de buscar soluciones a presente y futuro.
El desafío se ha vuelto persistente para el país, debido a una serie de problemas que han hecho que los gobiernos hayan implementado diversas políticas y programas para abordarlos y mejorar el acceso a viviendas sociales. Sin embargo, la tarea sigue siendo compleja debido a la magnitud de la demanda y la gran cantidad de problemas asociados. La colaboración entre el sector público, privado y la sociedad civil es fundamental para encontrar soluciones sostenibles y efectivas en la construcción de viviendas sociales.
Dentro de los problemas más importantes se encuentran la escasez de terrenos adecuados en las áreas urbanas para la construcción de las mismas, además del costo que esto implica.
Para Gonzalo Herrera, Gerente General de Ischebeck Chile, “los micropilotes son una opción factible para la prevención y corrección de asentamientos, fundaciones en suelos complejos, sostenimiento de muros, además, brindan rapidez y facilidad en su instalación” y agregó que “están diseñados de acero para proporcionar resistencia y estabilidad a la estructura”. Gracias a su capacidad para proporcionar una base sólida y estable en diferentes tipos de suelo, estos elementos son una elección prioritaria para mejorar la seguridad y durabilidad de las estructuras garantizando así, los micropilotes de fundación que suelen tener una vida útil de más de 50 años.
Es fundamental trabajar con materiales de excelente calidad que cumplan con requisitos químicos y mecánicos, que garanticen una correcta puesta en marcha y al mismo tiempo, prevengan costos asociados a una logística inversa en el mediano plazo. Un ejemplo práctico sería el caso de ser necesario el reemplazo de materiales por una reducida vida útil de los elementos y su posterior colapso. Es sabido que un buen cimiento hace la diferencia a la hora de levantar una obra.
El especialista expresó que “a pesar de ser viviendas de bajo costo, se busca que cumplan con estándares de calidad y seguridad. El MINVU establece regulaciones y normas técnicas que deben seguirse en la construcción de viviendas sociales para garantizar su habitabilidad y durabilidad” y agregó que “además, los proyectos de viviendas sociales también contemplan la provisión de infraestructuras y servicios básicos, como agua potable, alcantarillado, energía eléctrica y acceso a vías de transporte, entre otros”.
El correcto diseño, instalación y mantenimiento de los micropilotes son fundamentales para garantizar la seguridad y durabilidad de las viviendas para las familias que las habitarán.