El Banco Central dio a conocer este viernes su informe de Cuentas Nacionales Trimestrales (CNT) el cual mostró que la actividad económica exhibió una caída de 1,1% en el segundo trimestre respecto al mismo periodo del año anterior, el tercero que ocurre consecutivamente.
Por su parte, la demanda interna disminuyó 5,6%, como resultado de un menor consumo de los hogares e inversión.
De acuerdo al informe, el segundo trimestre presentó un día hábil menos que el mismo período del año anterior, registrando un efecto calendario de -0,1 puntos porcentuales.
Desde la perspectiva del origen, la caída del producto interno bruto (PIB) fue incidida, principalmente, por las actividades de comercio, transporte, minería e industria manufacturera. En contraste, EGA (suministro de Electricidad, Gas y Agua), en particular la generación eléctrica, compensó parcialmente el resultado anterior.
En términos desestacionalizados, la actividad económica exhibió una disminución de 0,3% respecto del trimestre anterior, explicado principalmente por el desempeño del comercio, efecto que fue parcialmente compensando por el aumento de la minería.
Desde la perspectiva del gasto, el menor PIB fue consecuencia de la demanda interna. Respecto del comercio exterior, las importaciones presentaron una caída mayor que las exportaciones, con un efecto neto positivo en el PIB.
El consumo de los hogares disminuyó 6,1%, con caídas en todos sus componentes. En términos de incidencia destacó el menor gasto en bienes no durables y, en menor medida, de durables. En el primer caso destacó el consumo de vestuario y alimentos, y en el segundo el de automóviles y productos tecnológicos. A lo anterior se sumó una caída en el consumo de servicios, particularmente en restaurantes y hoteles.
La formación bruta de capital retrocedió 8,1%, incidida principalmente por una menor variación de existencias, las que alcanzaron un ratio acumulado en doce meses de -1,1% del PIB, a precios del año anterior. En contraste, la formación bruta de capital fijo (FBCF) aumentó 1,6%, reflejo de una mayor inversión en maquinaria y equipo.
Con respecto al comercio exterior de bienes y servicios, destacó la reducción en las importaciones de 13,2%, en línea con menores internaciones de automóviles, productos químicos y combustibles. Las exportaciones también cayeron, aunque en menor medida (-1,2%), debido principalmente a menores
envíos de productos de madera, frutas y cobre.
En tanto, el gasto del PIB en términos desestacionalizados retrocedió, principalmente, por las exportaciones netas. Este efecto fue compensado, en parte, por una aceleración en la inversión, tanto en la variación de existencias como en la FBCF.
El ingreso nacional bruto disponible real presentó un crecimiento de 3,1%, reflejo de un aumento en los términos de intercambio, acompañado de una caída en las rentas pagadas al exterior.
El ahorro bruto total ascendió a 22,1% del PIB en términos nominales, compuesto de un ahorro nacional de 18,9% del PIB y un ahorro externo de 3,2% del PIB, correspondiente al déficit en cuenta corriente de la Balanza de Pagos.
En línea con la política de revisiones de las cuentas nacionales, la tasa de crecimiento del PIB del primer trimestre se revisó dos décimas a la baja, de -0,6 a -0,8%. En tanto, el resultado de la actividad económica del segundo trimestre fue mayor en dos décimas respecto al cierre preliminar del Imacec (de
-1,4 a -1,1%). Lo anterior se explicó, principalmente, por la incorporación de información actualizada para la elaboración de los indicadores de coyuntura.