El slogan de moda actualmente es “caiga quien caiga” porque el Caso Fundaciones está salpicando para todos lados y es que el presidente de la recién constituida Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados, José Miguel Castro (RN), está en entredicho por un trato directo hecho por la Seremi de Salud de Antofagasta con una empresa vinculada a su esposa.
El Diario de Antofagasta publicó que fueron $513.128.000 los que la Seremi de Salud de Antofagasta, dirigida en ese entonces por Rossana Díaz (UDI), traspasó al Hotel Altos del Sol con motivo de la pandemia durante el gobierno de Sebastián Piñera.
En cuanto a la vinculación con el parlamentario de derecha es que su esposa Vania Korlaet integra una sociedad que controla una parte del grupo empresarial Korlaet que son los dueños del hotel elegido para ser residencia sanitaria.
Ya la Contraloría había cuestionado, en su informe final de investigación, concluyendo que a pesar de los elevados montos involucrados en la transacción, no hubo toma de razón, además de detectarse que habitaciones no fueron usadas por un monto de $96.000.000 como también incumplimientos de los protocolos de las residencias sanitarias.
