Una de las exigencias de la oposición y de algunos parlamentarios del PS y PPD para retomar las negociaciones para el Pacto fiscal y la Reforma Previsional, era que el ministro Giorgio Jackson saliera del Gobierno.

La exigencia oficial para la sacar a Jackson era por sus supuestas responsabilidades políticas en el caso Fundaciones, cuando la verdad es que fue una vendetta que le tenían jurada los «honorables» y que en definitiva, fue una vieja trampa política en que cayó el Gobierno y el propio Jackson -seguramente por su inexperiencia-, porque a un poco más de 24 horas de su renuncia, resulta que ahora salen con que no basta con la salida de Giorgio.

Por ejemplo el diputado Stephan Schubert (Ind-Republicano) asegura que: «La salida del ministro Jackson no mejora esas condiciones», en esta misma línea el presidente de la UDI, el senador Javier Macaya, el mismo que dijo que mientras estuviera Jackson no habría diálogo, resulta que ahora sale con esto: «no nos basta, queremos que salga otro ministro«.

Arturo Squella, presidente del Partido Republicano, sentencia «no porque salga un mal ministro, malas reformas se van a transformar en positivas».

Para que reproducir las cuñas que ha dado el senador de oposición Fidel Espinoza del PS que le ha hecho la vida imposible a Jackson y a varios del Gobierno que su partido el pe ese apoya.

En esta línea, con una ingenuidad de sala cuna, el diputado PPD Raúl Soto dijo: «Sin duda fue la decisión correcta. Y lo valoramos y agradecemos. Creo que la renuncia del exministro Giorgio Jackson va a ayudar mucho a descomprimir el ambiente político«, se equivocó rotundamente porque ahora siguen presionando.

Así este domingo la ministra del interior Carolina Tohá salió a llamar a que cumplan su palabra ya que se fue Giorgio:

«Establecieron esa condición y en gran parte por ese motivo el ministro Jackson renunció, como el mismo dijo, porque su presencia estaba siendo la excusa para no avanzar y no trabajar en encontrar un acuerdo en estas reformas , entonces mi llamado sería a que no eludamos más el bulto al trabajo que tenemos (…) los proyectos del Gobierno son proyectos moderados así lo ha calificado, por ejemplo, la OCDE, son proyectos que acercan a Chile a los modelos de los países más desarrollados del mundo, están lejos de ser proyectos ideológicos y extremos».

Por ahora lo que queda claro que la trampa funcionó.