La desafección de la política es un problema creciente de la democracia, que se agudiza con los casos de corrupción y creer que militar en un partido equivale a un puesto de trabajo seguro si son gobierno o en algún municipio. Las elecciones de Renovación Nacional demuestran justamente la crisis que viven todos los partidos políticos, según registro del SERVEL, RN tiene 39.655 militantes y este sábado 19 de agosto solo fueron a votar casi 12 mil y ¿qué pasó con los otros 27.655 militantes?
Así, con esta pobre participación para definir la nueva directiva que reemplazará al senador Francisco Chahuán, arrojó los siguientes resultados:
Paulina Núñez (senadora) obtuvo un 36,8%, equivalente a 4.199 votos
Rodrigo Galilea (senador) logró 33,4%, equivale a 3.803 votos
María Gatica (senadora) con 29,8% de las preferencias.
Ahora bien, llama la atención también que desde hace bastante tiempo sean los parlamentarios los que deciden el destino de sus partidos, es decir se han transformado en los controladores y con ello sin duda alguna juez y parte sobre los comités electorales que definen y eligen a los candidatos de su colectividad, porque no es casualidad que las tres listas de este partido que fue de derecha y leal a los principios del 11 de septiembre de 1973 y que luego desconocieron, sean encabezadas por senadores, senadoras en este caso.
Pero lo de RN es similar a lo que pasa en la diezmada DC y la corrido Revolución Democrática, donde su presidente -también un senador- debió renunciar. Es decir los partidos se han transformado en una «dictadura parlamentaria», donde ellos son juez, parte y verdugo o dueños de los partidos.
Pero cómo se llega a esta decadente situación, muy fácil , revisar las cifras oficiales del SERVEL: Al 31 de julio de 2023 los 20 partidos políticos del país en su conjunto hacen un total de 436.912 militantes, es decir una total insignificancia.
