Para el analista Willy Díaz, la situación de la economía nacional bajo el actual Gobierno de cara al segundo semestre se encuentra sometida a una enorme incertidumbre y en la cual le tocará más buen administrar ya que tendrá escaso margen para gestionar.

El actual panelista de «Buenos días Mercado» de Radio El Conquistador y que se desempeñara también como vicepresidente ejecutivo de la estatal Empresa Nacional de Minería durante el primer gobierno de Sebastián Piñera, abordó en conversación con el programa Las Cartas sobre la Mesa de Infogate, algunos aspectos del actual panorama económico del país

Segundo semestre económico

Así, al referirse al panorama que se avizora para la economía nacional, Díaz fue claro en recalcar que “de aquí en adelante al Gobierno le toca administrar, gestionar va a ser muy poco”.

Lo anterior, lo fundó en que “el escenario político y económico está tan confuso”, añadiendo que “incluso el trabajo del consejo constituyente todavía existe la presunción que puede ser rechazada la salida. Entonces, todavía tenemos incertidumbre ahí. Tenemos incertidumbre en materia fiscal, porque el Ministerio de Hacienda no está dando pie con bola en la forma en la cual ordena las finanzas públicas; el mismo informe de finanzas públicas de ayer (miércoles 12 de julio) mostraba que los ingresos caen y los gastos suben y eso te da cuenta de que hay un problema de gestión”.

A ello, también sumó “la Reforma Previsional, que pretende desestructurar el sistema de pensiones que tenemos hoy día”.

La Reforma Tributaria: ¿error del Gobierno?

Díaz abordó además el escenario de fondo  en torno a la actual discusión tributaria, recordando que para subir la recaudación tributaria hay varios caminos.

“¿Cuál es el preferido de la izquierda? Subir la tasa, vale decir, dicen, ‘quiero recaudar de 100 a 150, por lo tanto paso la tasa de 10 a 15’. Pero eso es una mentira porque cuando subes la tasa de impuesto de 10 a 15 estás suponiendo que el ingreso se mantendrá en 1.000, pero sucede habitualmente que baja de 1.000 a 800, por lo tanto no recaudas nunca lo que dices que vas a recaudar y quedas con una tasa más alta”, explicó.

Frente a ello, resaltó que “los que creemos en la economía libre, en la economía de mercado, en el sector privado como motor de desarrollo, qué decimos: ‘deje el impuesto en 10 pero estimule el crecimiento económico para que de 1.000 pase a 1.500 y con los mismos 10 recaudará 150’. ¿Qué beneficios tiene esto? Vas a generar más empleo, más masa salarial y vas a tener mejores remuneraciones, porque cuando generas más crecimiento económico hay absorción de desempleados, cuando haces eso les estás generando un ingreso que vuelven a gastar y vuelve a aumentar la demanda por bienes y servicios, y las empresas siguen requiriendo más gente y llega un minuto en que la cantidad de desempleado cae a cierto nivel que tienes que empezar a subir salarios para traer a gente a tu empresa y también a los que están dentro porque o si no se van a la empresa de enfrente; ese es el círculo virtuoso, porque de esa manera disminuyes el desempleo, mejoras los salarios, aumentas la demanda agregada, aumentas la producción de bienes y servicios, y el Estado con las mismas tasas recauda más. En cambio, cuando subes la tasa de 10 a 15, como no hay más crecimiento económico, le aumentas la tasa tributaria a las empresas y estas empiezan a producir menos y eso se traduce en desempleo”.

En esta dicotomía acotó que “ si es tan obvio lo que dices por qué no se hace: porque hay una convicción ideológica detrás de esto”, recalcando que los impuestos se requieren para algo que el Estado debe hacer porque los privados no pueden  no quieren hacer, “y eso se llama principio de subsidiariedad”, agregando que “en cambio para la gente de izquierda –y no hablo de  progresismo porque no conozco ningún país de izquierda que genere progreso- los impuestos son la captura de los privilegios de los ricos para los pobres, entonces ven positivamente aumentar la carga tributaria a través de aumentar las tasas de impuesto. Pero se produce el problema cuando gestionas la recaudación tributaria moviendo las tasas generas desempleo y menor actividad económica y eso es pobreza condenada”.

Informalidad

Otro aspecto de la actualidad económica chilena analizado por Díaz, dice relación con la informalidad que parece irse enquistando en el día a día a nivel regional, poniendo como ejemplo cercano el caso de Perú, respecto de lo cual explicó que “Chile está en una posición un poco distinta. Desde el minuto en que se implementó la factura electrónica y la boleta electrónica, en el país se hace cada vez más difícil evadir y eludir impuestos, y por lo tanto, la economía informal existente es la respuesta a los vacíos que se generan ahí y que debieran cerrarse por parte del Estado a través del Gobierno; siempre han existido y seguirán existiendo porque hay una microeconomía difícil de testear, lo vimos durante la pandemia donde el comercio informal a través del Metro se facilitaba mucho. Pero hoy si alguien quiere vender ilegalmente, por ejemplo, mascarillas, alguien la tiene que importar alguien con un Rut y con una factura electrónica; por eso, si vende los productos en negro, en el SII debiera saltar inmediatamente el caso (…) por eso, Impuestos Internos debiera focalizar mucho más eficientemente la fiscalización”.

Eso sí, hizo hincapié en que más allá de los problemas de fiscalización, “la economía se mueve más rápido de lo que lo hace el regulador”, añadiendo que por otra parte existen “miles de emprendimientos que quieren partir pero que se encuentran con la burocracia estatal”, poniendo como ejemplo alguien que inicia un negocio de “tablas para picar” en la cocina de su casa, partirá ilegalmente ya que si legara a solicitar un permiso previo al Servicio de Salud le pedirían cosas que será imposible que las tenga.

“El gran avance en este sentido se hizo con la plataforma Tu Empresa en un día, durante el gobierno de Piñera 1, donde te ahorraste cerca de 800 mil pesos que costaba constituir una empresa, a cero, y de una semana pasaste a menos de un día a tener u  Rut y vender con Rut”.

Volviendo al inicio, reconoce que el Pacto Fiscal se queda corto y le falta mucho “en cosas que van más allá de la mera recaudación tributaria. Creo que no está dentro del Ejecutivo cómo hacemos para que se generen más empresas”.

Reforma Tributaria de 2014

Por otra parte, y con este marco de fondo, recuerda los errores de la Reforma Tributaria de 2014, a la que calificó como “la guinda de la torta de las cosas mal hechas”, en la cual recalca que se produjo un cambio tributario que es fundamental en el mal desempeño que ha tenido la economía chilena desde ese año en adelante, acusando que la “falta de calle” del Ejecutivo de entonces quebró todo el sistema al hacer un supuesto “del todo equivocado” al cambiar la base tributable de la base retirada a la base devengada, “y por lo tanto, le hicieron el tremendo negocio a los bancos porque las pymes tienen que empezar a usar las líneas de crédito para pagar intereses y pagar los impuestos mensuales”.

“Y adicionalmente –añade-, suponer que la plata entra a la caja cuando todos sabemos que las grandes empresas pagan a 60, 90 o 120 días, es una mentira”.