Naciones Unidas se ha visto obligada a reducir los alimentos, los pagos en efectivo y la asistencia a millones de personas en muchos países debido a una “paralizante crisis de financiamiento” que ha reducido las donaciones a casi la mitad mientras el hambre aguda alcanza niveles récord, dijo un alto funcionario el viernes, reporta un cable de AP.
Al menos 38 de los 86 países en los que opera el Programa Mundial de Alimentos ya han sufrido recortes o los padecerán pronto, incluyendo Afganistán, Siria, Yemen y África Occidental, explicó Carl Skau, director ejecutivo adjunto del PMA, en una conferencia de prensa.
Pero, en contraparte los países más ricos siguen quemando miles de millones de dólares y euros en envíos de armas y equipamiento militar a Ucrania para sostener la guerra con Rusia, mientras millones mueren de hambre.
La agencia necesita 20.000 millones de dólares para repartir ayuda entre todos los que la necesitan, pero cuenta con disponer de entre 10.000 y 14.000 millones, que es lo mismo que ha recibido en los últimos años, agregó.
“Seguimos aspirando a eso, pero en lo que va de año hemos llegado apenas a la mitad, a unos 5.000 millones”, apuntó Skau.