El exgeneral director de Carabineros, Mario Rozas, sacó la voz este domingo en una entrevista con El Mercurio luego de mucho tiempo silente y lo hizo para asegurar que gracias a la institución que encabezó, La Moneda y el Congreso no cayeron durante el estallido social de 2019.
Rozas fue el mandamás de la policía uniformada durante la revuelta y en su entrevista se refirió a la quema de las estaciones del Metro y de los uniformados que perdieron la visión de un ojo en los enfrentamientos que tuvieron lugar en esa época.
En su conversación, el exgeneral director asegura que el estallido lo traumatizó, afirmando que “en los primeros días, al revisar los hechos, de repente despertaba en la noche con sangre en la nariz, zumbido en los oídos, la presión con 11 o con 12. Ahí me di cuenta de la carga que existía: días muy largos, con noches muy cortas, en que dormía dos horas, tratando de estar. Uno no se da cuenta de las secuelas”.
Rozas admite que al asumir el mando de Carabineros se encontró con una institución que estaba en crisis, afirmando que “hubo un remezón humano, donde el rol de guardianes de la seguridad había sido corrompido por unos pocos”.
Sobre el estallido que detonó bajo su mandato, Rozas dijo que “nos sorprendieron los niveles de violencia. Como no teníamos los recursos humanos y logísticos suficientes, en algún momento fuimos sobrepasados”.
“Era un hecho impensado, porque no veíamos que el país estuviera en una situación crítica hasta antes de eso. Pero de repente ver la fragilidad, y cómo grupos organizados, planificados, atacaban la infraestructura en Santiago, fue impactante. Me llama la atención cómo nadie ha podido establecer quiénes atacaron y quemaron el Metro. Y que por un tiempo tan prolongado hubiera quema de inmuebles, saqueos, quema de iglesias, ataque a cuarteles de Carabineros, provocaba un grado de desconcierto ante lo que estábamos experimentado como país”, afirmó.
Sobre ese tema, descartó lo planteado en el libro “¿Quién quemó el Metro?” donde se apunta que pudieron ser carabineros intramarcha: “Como general director, lo primero que ordené fue mantener un férreo control de las operaciones a los integrantes del mando que me acompañaban; saber quiénes y cpómo estaban operando, y después los resultados se informaban a la autoridad, al Ministerio Público cuando había mérito”.
Y ahonda en que “creo que hubo concierto previo; fue planificado. Pienso que hay una deuda pendiente de quienes primero avalaron la violencia, que nunca la condenaron; de quinees propiciaron la famosa Primera Línea, qye fue recibida en el ex-Congreso para homenajearla. Creo que por ahí debería ir la línea investigativa, para poder establecer quiénes son los responsables”, destacarando a su vez las informaciones que hablaban de una influencia extranjera: “Yo por lo menos nunca tuve esos antecedentes”.
Asimismo, responde a las acusaciones que recibió sobre crímenes de lesa humanidad, mencionando que “hicimos hasta lo imposible, arriesgamos nuestras vidas, seguimos operando y logramos sostener la República. Por algo en las encuestas hoy hay un reconocimiento tácito a Carabineros y que se defendió la institucionalidad. La Moneda y el Congreso estuvieron a punto de caer y gracias a los carabineros hoy hay Estado de Derecho. Me puedo morir tranquilo”.
Sobre los casos en que personas perdieron la visión de los ojos por balines disparados por funcionarios policiales, Rozas explicó que “hasta antes de irme a retiro teníamos cinco carabineros que habían perdido la visión de un ojo, con pérdida de globo ocular”.
El exfuncionario policial también se refiere a lo ocurrido con la senadora Fabiola Campillai y Gustavo Gatica, afirmando que “dentro de 15 mil graves eventos de orden público se ejerció el control de las operaciones y cada vez que hubo noticia de algún abuso, de alguna extralimitación, inmediatamente el hecho se colocaba en conocimiento del Ministerio Público y se iniciaban los sumarios administrativos correspondientes”.
