Este lunes 24 de abril, el Gobierno de Benjamin Netanyahu consiguió aprobar la ley de razonabilidad, una medida dentro del paquete de la polémica reforma judicial impulsada por el Ejecutivo de extrema derecha. Pese a la aprobación de la iniciativa, las grietas en el Parlamento israelí son cada vez más grandes y la sociedad civil amenaza con una huelga general en contra de la reforma. Solo este fin de semana, más de medio millón de personas salieron a las calles para manifestarse en su contra, reseña un cable de France24.
La ley de razonabilidad, limita algunos poderes de la Corte Suprema. La iniciativa apunta a reducir las capacidades del alto tribunal para revisar las leyes aprobadas por el Legislativo israelí.
La modificación fue aprobada con 64 votos a favor y ninguno en contra, después de que los 56 diputados de la oposición abandonaran la Knesset entre gritos de “vergüenza”.
“Hemos dado el primer paso hacia la mejora histórica de nuestro sistema judicial en Israel”, celebró Yariv Levin, titular de la cartera de Justicia.
