domingo, diciembre 22, 2024

Animales de granja expuestos a inundaciones son susceptibles a infecciones y enfermedades

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El bienestar y la supervivencia de los animales del campo pueden estar en peligro como consecuencia del daño en sus zonas de crianza.

“Antes de permitir que regresen a sus áreas de pastoreo y establos, es imperativo evaluar el daño y verificar que el entorno sea seguro”, afirma la académica de la Universidad de Las Américas, Paula Ibáñez.

Los animales de granja expuestos a los daños de las inundaciones fluviales –que afectaron a la zona central del país en las últimas semanas– podrían ser susceptibles a infecciones y enfermedades si no se adoptan medidas sanitarias preventivas en sus entornos, advierte la Directora de la Carrera de Medicina Veterinaria del Campus La Florida de UDLA, Paula Ibáñez. 

La especialista recomienda que el retorno a las áreas de pastoreo y establos deberá depender de una óptima evaluación de los daños y verificación de la seguridad del entorno. 

“De otro modo, el bienestar y la supervivencia de los animales del campo pueden estar en peligro como resultado del efecto devastador de las inundaciones”, dijo la académica.

Recientemente, los ministerios de Economía, Trabajo y Agricultura anunciaron el comienzo de un catastro de pequeños y medianos empresarios agrícolas y ganaderos afectados por las lluvias que se registraron entre Valparaíso y Biobío a fines de junio. 

En tanto, ya se activó una ayuda de emergencia a través de la entrega de forraje para los animales y recursos para la limpieza de canales y zonas productivas inundadas. 

La especialista de la Universidad de Las Américas recomendó que los propietarios de animales de granja estén atentos a las indicaciones de daños estructurales, objetos peligrosos o áreas inestables que podrían poner en peligro la seguridad y la salud. 

Si es necesario, agregó, el retorno debe ser pospuesto a la espera de la confirmación de las autoridades respecto al control de potenciales riesgos.

“Los animales de granja expuestos a inundaciones son susceptibles a enfermedades o infecciones”, comentó Ibáñez. Entre las medidas básicas en los predios afectados está la limpieza del barro y el alejamiento de los escombros que hayan sido arrastrados por el agua durante la inundación. 

Asistencia veterinaria fundamental

La académica de la UDLA añadió que es necesario asear y desinfectar los establos, los corrales y el equipo para así detener la propagación de patógenos y proporcionar un entorno que sea saludable para vacas, caballos, gallinas, burros, ovejas, gallinas entre otros. 

Una vez que las familias superen la situación de emergencia –y en los casos más extremos dejen de estar aislados– es importante que puedan entregar asistencia de médicos veterinarios tanto a los animales domésticos como a los productivos. 

Decenas de campañas para recolección de alimento y medicamentos veterinarios se han multiplicado en las regiones que sufrieron los mayores daños, incluso desde colegios profesionales, lo que da cuenta de la compleja situación para miles de familias que basan su economía en la producción agrícola y ganadera. 

“Apenas pase la emergencia y dejen de estar aislados, es importante facilitar la atención de médicos veterinarios para ayudar a los animales a sanar. De esta manera podrán ser examinados, determinar su condición, tratar enfermedades, curar lesiones, administrar vacunas, desparasitar y ofrecer orientación sobre nutrición y alimentación adecuada”, señaló Ibáñez.

Mantener cuidados básicos 

Los cuidados básicos deben mantenerse aún en condiciones de emergencia. Esto significa que es necesario asegurar el acceso de los animales a alimento y agua limpia, ya sea a través de pozos sin contaminar o suministros externos temporales. 

Se trata de uno de los principales focos de riesgo en este contexto: el agua de las inundaciones tiene el potencial de contaminar fuentes de aguas y destruir reservas de alimento, expone la académica de la Universidad de Las Américas.

En términos de impacto emocional, también hay posibles impactos. “No solo los seres humanos se afectan emocionalmente con las inundaciones, sino también los animales del campo que se pueden estresar, es preciso vigilarlos y prestarles apoyo emocional. Es necesaria la atención física como emocional, para ello promueva un ambiente tranquilo y seguro”, señaló Ibáñez.

La especialista concluyó igualmente que estas dificultades, así como otras emergencias naturales, dan cuenta de la importancia de crear y fortalecer las comunidades agropecuarias, y de esta forma levantar necesidad, proyectar en conjunto acciones de corto, mediano y largo plazo, y apoyarse mutuamente.

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