El invierno ha llegado y sus días tienen menos luz, a lo que sumamos el frío y la lluvia. En este período de vacaciones, para la familia puede ser un gran desafío mantener a los niños pequeños entretenidos y activos en sus aprendizajes.
La académica de la carrera de Educación Parvularia de Universidad de Las Américas, Jessica Castillo, señala que afortunadamente el arte ofrece una amplia gama de actividades que los niños pueden realizar acompañados en su hogar y con pocos materiales. Aquí nos presenta algunas ideas sencillas que se pueden desarrollar en casa:
Pintura con dedos: proporcione papel de distintos tamaños y témperas ¿Qué pasa cuando pongo pintura en mis dedos? ¿Qué sensaciones tengo? ¿Y si pinto solo con mis dedos, sin pinceles? Esta actividad ayuda a desarrollar la motricidad fina, la imaginación y la exploración de diferentes texturas y colores.
Collage de invierno: facilite revistas viejas, papeles de colores, tijeras y pegamento. Anime a encontrar y recortar imágenes relacionadas con el invierno, como animales, árboles desnudos o prendas de abrigo. Luego, pueden pegar las imágenes en un papel creando un collage. Esta actividad no solo promueve la motricidad fina y la imaginación, sino también el reconocimiento de formas y colores propios de esta época.
Modelado de arcilla: proporcione arcilla y anime a los pequeños a experimentar con el material ¿Cómo es su temperatura? ¿Qué sucede cuando la aplasto? ¿Qué pasa si lanzo una bolita de arcilla al suelo? ¿Qué formas puedo crear? Esta actividad no solo promueve la creatividad, sino también el desarrollo sensorial y la coordinación óculo-manual.
Teatro de sombras: se puede crear un teatro de sombras utilizando una sábana blanca, una fuente de luz y siluetas de papel recortadas con diferentes objetos y personajes para inventar distintas historias. Se trata de una actividad ideal para realizar en las oscuras tardes invernales porque cautiva la imaginación de los niños ayudando a desarrollar su habilidad narrativa y creativa.
Para la profesional, el arte durante el invierno se convierte en un refugio cálido para la imaginación. “A través de sencillas actividades creativas, los niños exploran nuevos horizontes, fortalecen su educación estética, expresan emociones, descubren la belleza, enriquecen su desarrollo, crean recuerdos de infancia y despiertan su pasión por el arte”.