El Banco Central dio a conocer este martes el Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio, mostrando que la economía ha ido avanzando en la resolución de los desequilibrios macroeconómicos acumulados en los últimos años que ha permitido reducir la inflación en línea con lo previsto, avanzando en la consolidación de su convergencia a la meta de 3%.
El instituto emisor señala que en general, “la actividad y la demanda interna han evolucionado acorde con lo esperado, aunque con una caída mayor a la anticipada en el componente durable del consumo privado”.
Además, precisa que las proyecciones del escenario central muestran cambios acotados en magnitud, anticipando para este año que la actividad crecerá entre -0,5 y 0,25%, mientras que para 2024 lo hará entre 1,25 y 2,25% y en 2025 entre 2 y 3%.
Respecto al plano externo, la actividad comenzó el año con un mayor dinamismo y se ha reducido la volatilidad financiera. No obstante, sigue proyectándose un escenario de condiciones financieras estrechas, en un entorno donde la incertidumbre permanece elevada y se anticipa una política monetaria más restrictiva en las principales economías ante el desafío de reducir la inflación.
Además, se indica que la Tasa de Política Monetaria (TPM) se ha mantenido contractiva por varios trimestres, lo que ha contribuido de forma relevante a la baja de la inflación. Si bien los riesgos en torno a esta persisten, se han ido equilibrando.
El Consejo del Central estima que la evolución más reciente de la economía apunta en la dirección requerida. De mantenerse estas tendencias, la TPM iniciará un proceso de reducción en el corto plazo.
Su magnitud y temporalidad tomará en cuenta la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la trayectoria de la inflación.