Aunque en Chile no hay monarquía, los poderes del Estado y los ministerios se comportan como cortesanos y en Palacio (La Moneda que dista mucho de ser un palacio como tal) la corte que rodea al Mandatario es una hoguera de vanidades y fatuosidades propias de la era de los Luises, y que mejor ejemplo lo ocurrido el 21 de Mayo en Iquique donde se restringió el paso de la ‘plebe’ a presenciar el desfile y ver al Presidente, por temor a las pifias y protestas, las acusaciones entre los equipos presidenciales fueron de tal magnitud que incluyeron las filtraciones al medio favorito de Palacio para colocar el tema en la minúscula agenda, pero más allá de lo pintoresco del episodio posterior al bochorno de Iquique, se traslució la pugna de poder y de influencias de las facciones que rodean al Presidente Boric, y el gallito terminó con la salida del jefe de la Avanzada, Fabián Salas (Grupo de élite que revisa, prepara, husmea, prueba y hace toda la puesta en escena en los lugares que visita Su Excelencia (Su Majestad en una monarquía como tal) para que se vea lindo y los más favorable al Jefe de Estado de Turno, es decir la Avanzada es como la la organizadora de la barra brava que solo debe vitorear al Mandatario(a) en un acto público, nada más alejado de la realidad.
Por cierto queda una gran interrogante que es si el Presidente controla realmente a la Avanzada o sabe lo que hace, porque al parecer lo ocurrido en Iquique da a entender que ellos se mandan solo, porque Boric nunca supo de lo ocurrido con el cierre de calles y la prohibición para la gente de acceder al lugar del desfile.
Así las cosas, Palacio entregó el preciado cargo a César Vargas como nuevo jefe de Avanzada del equipo de Presidencia, que conoce a la perfección este oficio ya que trabajó en el equipo de producción de la Presidencia entre 2014 y 2018.