Ser mayor, tener estabilidad económica y generar un vínculo con una persona de menor edad, parecieran ser las tres principales características que distinguen al “Sugar Daddy” del hombre “tradicional”.
Si se busca la definición de Sugar Daddy en Chile, pueden encontrarse afirmaciones muy frívolas, como: “son hombres mayores que están en pareja con personas de menor edad y con menor poder adquisitivo que ellos…”, pero la realidad es que no siempre es así.
Existen también las denominadas “Sugar Mommies” que son mujeres adultas quienes generan vínculos con gente más joven. Pero, más allá del género, lo más importante a destacar es que este tipo de relaciones no son más que interacciones entre dos adultos, con diferencia de edad entre ellos, que eligen crear una relación afectiva con condiciones específicas y claras para ambas partes.
Muchos asocian al Sugar Daddy únicamente con el aspecto financiero, dando a entender que se vincula con la persona de menor edad a cambio de plata, pero no solo aporta en lo económico a la relación, sino también en lo sentimental y emocional o, por ejemplo, en el ámbito profesional, siendo un ejemplo para el otro por su trayectoria.
Porque a veces ocurre que muchas personas con proyectos, sueños y objetivos por cumplir, se ven frustrados al inicio del camino por no tener una realidad que los acompañe e impulse a cumplirlos. O, peor aún, aquellos que no se sienten felices en absoluto con su situación pasada o actual y pensar en algo a futuro les resulta imposible. En ambos casos, puede que encuentren en este tipo de relaciones la posibilidad de generar un cambio radical en sus vidas o, quizás, lo perciban como un camino hacia la libertad de poder elegir qué hacer con su futuro.
Por lo tanto, si se dejan de plantear relaciones como transacciones y comienzan a entenderse como cualquier otro vínculo afectivo, con bases desde el respeto y la libertad de elección, un “sugar daddy” podría ayudar y aportar de manera positiva en la vida del otro, reduciendo la definición a la simpleza de dos personas de diferentes edades que eligen disfrutar y divertirse compartiendo tiempo y momentos juntos, que tienen proyectos y se apoyan mutuamente para alcanzarlos. Y, con el paso del tiempo, esa relación puede evolucionar de diferentes maneras, tanto positivas como negativas, como cualquier otro vínculo, ¿no?