Una de las preguntas más comunes que nos hacemos con frecuencia es ¿Por qué nos queda tan poco dinero si aún no es fin de mes? Esto ocurre a menudo cuando revisamos nuestra billetera o vemos los saldos de cuentas o tarjetas bancarias, una situación que para los especialistas en economía no es inusual, sobre todo considerando la elevada inflación que afecta la economía nacional, pero muchas veces también es producto de la conducta de consumo de las personas, por ejemplo, porque pueden estar siendo afectados por los denominados “gastos hormiga”.
Ricardo Durán, académico de la Carrera de Ingeniería Comercial de UDLA Sede Viña del Mar, Máster en Economía, explica que “un gasto hormiga es un consumo no planificado, que no se realiza de manera fija cada mes. Específicamente, son compras que se realizan día a día, en cosas no presupuestadas y que podrían ser evitadas al no ser importantes”.
Ejemplos de ello son comprar la colación de los hijos camino al colegio en vez de prepararla, adquirir un café por no alcanzar a desayunar en casa, cigarros, snacks (galletas, chocolates, bebidas), comer fuera de casa por no llevar almuerzo, comprar un producto porque solo está en oferta, pero no lo necesitas, o porque al verlo simplemente se sintió tentado, entre otros.
El académico explica que el problema de este tipo de gastos es que generalmente se realizan de manera reiterada, uno tras otro, muchas veces de forma inconsciente, ya que habitualmente son de baja suma de dinero, lo que lleva a no tomar en cuenta su repercusión en la economía mensual de cada hogar. “Estos gastos, si se suman, pueden llevarse una buena parte de tu presupuesto mensual. Por ello, es importante poder identificarlos para así evitarlos lo más posible y conseguir ordenar nuestras finanzas personales, lo que nos permitirá ahorrar o bien consumir aquello que sí sea imprescindible”, aconseja Ricardo Durán.
Recomendaciones:
- Ser conscientes de la importancia de un consumo responsable y de planificar los gastos, diferenciando los consumos por necesidad de los que son por antojos o impulsos del momento.
- Tener claridad del monto destinado a los gastos fijos mensuales mediante un listado que describa el ítem y el monto a gastar, de tal forma de asegurarse de no usar ese dinero con otros fines.
- Usar herramientas que entregan los bancos donde se visualiza y desglosa en qué cosas gastamos el dinero. También mediante la “calculadora de gastos hormiga” que tiene la Comisión para el Mercado Financiero en su portal web.
- Cuando se va al supermercado llevar una lista a la cual apegarse y no salirse de lo planificado.
- Comprar con anticipación aquello que solemos comprar de manera rápida y que es necesario, ya que habitualmente será más caro en un negocio de barrio.
- Identificar cuántos gastos hormiga puedes permitirte en el mes al menos como un gusto.