● La ley que reduce la jornada laboral en Chile a 40 horas tendrá un impacto importante en toda organización.
● Experto en metodología Lean entrega las claves para que las empresas puedan adaptarse de manera eficiente a este cambio sin perjudicar la producción.
La ley que reduce de 45 a 40 horas laborales semanales en Chile y, que acaba de ser aprobada por el Congreso, establece un mecanismo de implementación gradual de cinco años desde la promulgación de la ley, que en concreto se traduce en que las empresas deberán ir restando una hora de trabajo cada año.
Entendiendo que esto es una buena noticia para poder generar espacios donde los trabajadores (as) puedan compatibilizar la vida laboral con la personal, no hay que olvidar que Chile ha liderado varios rankings por ser uno de los países donde más se trabaja, pero menos produce.
Por ende, ¿es posible que en Chile podamos producir más en menos horas? Gustavo Norambuena es director regional para Latinoamérica de Shinka Management,consultora especializada en el método Lean, explica que “con esta ley, las empresas van a tener que estar produciendo lo mismo, porque el consumo no varía. Incluso hay que tener en cuenta, que en algunas áreas de negocios, es posible que el consumo aumente, porque si las personas tienen más horas de ocio, es posible que comiencen a consumir más de otras cosas”.
“Lo bueno es que la reducción de horas es gradual, así, se genera el espacio y el tiempo para que las organizaciones se puedan adaptar, pero para poder hacerlo, hay que tomar en cuenta también que hay que hacer cambios en los procesos, ya que esto no es mágico. La ley no te hace más productivo. Hay que mejorar o rediseñar los procesos”, agrega el experto.
Y ¿dónde se parte? Buscando las ineficiencias en los procesos, como las esperas, defectos, retrabajos, movimientos no necesarios de personas, exceso de inventarios, transporte de material no necesarios y sobre producciones que lleva a que los procesos sean ineficientes.
“Es acá donde la aplicación de la metodología Lean, juega un rol fundamental, ya que uno de sus principios, es enseñarle a las personas a observar e identificar las ineficiencias en los procesos. Y esto, te lo da la experiencia, líderes en terreno para observar los problemas, tener procesos estandarizados, ya que sin la estandarización no se puede realizar mejoras de los procesos. Y para esto hay que empezar documentando los procesos, definir el paso a paso para garantizar la calidad de los procesos y que se ejecuten siempre de la misma manera además de definir el tiempo en que me voy a demorar en cada proceso”, agrega el profesional.
¿Chile es caro?
Por otro lado, se suele decir, en especial, en los últimos años que Chile es caro. Sobre esto, el experto explica que esto pasa por varias razones: “Una es porque somos poco productivos y esa poca productividad e ineficiencias se traspasan al cliente porque trabajamos bajo un modelo tradicional en que el precio de venta es el resultado del costo más el margen de ganancias, entonces, como la ineficiencia es costo, a medida que voy siendo más ineficiente, mi costo aumenta y como necesito tener mi mismo nivel de utilidad, me veo obligado a subir el precio”.
“Lo más óptimo sería fijar un precio, un margen de utilidad que sea la resultante del precio menos el costo. Nosotros debiéramos tener la mentalidad de que estamos en un mercado donde el precio es muy importante. Por ende, deberíamos enfocarnos más en cómo somos capaces de generar la misma utilidad sin subir el precio”, agrega Gustavo.
Ahora sobre nuestra “fama” de que somos poco productivos en Chile, el experto de Shinka Management explica que esto se da porque “no tenemos la cultura de planificar, tenemos altos índices de procrastinación, que es delegar temas para después cuando se pueden resolver hoy”.
“Por otro lado, está el llamado principio de Parkinson, que entre otras cosas, indica que si tienes dos horas para hacer una actividad o tarea, lo vas a hacer en ese tiempo, pero si tienes media hora, vas a hacer todo lo posible para hacerlo en ese rango. Y, este principio rige mucho en las organizaciones”, agrega el profesional.
“Y hay otra problemática que se ven en varias organizaciones en nuestro país y eso es, la falta de indicadores de desempeño que te indique la productividad. Y lo que no se mide, no se puede mejorar”, aclara Gustavo.
Comparación de productividad con otros países
Dinamarca, Finlandia, Suecia y Noruega, son considerados como algunos de los países en que menos se trabaja, pero más se produce, algo que suele ser punto de comparación de lo que pasa en Chile.
“Si bien aparecemos en los rankings como uno de los países con menor productividad según horas trabajadas, hay que tomar en cuenta que en Chile producimos materias primas, por lo tanto, el valor que se genera en una hora de productividad es muy distinta a otro tipo de producciones. Una cosa es producir uva y otra es vino, porque el producto que produces tiene un valor distinto y no se puede o no se debiese comparar.”, enfatiza Gustavo.
“No solo hay que comprar el qué sino también el cómo. Y es en el cómo hay más información y riqueza que en el qué. Hay que preguntarse cómo trabajan estos otros países, cómo lo hacen para llegar a esos resultados. Es decir, cómo es el proceso de un producto para que llegue a X precio. Esa es la mirada que hay que tener”, explica.
“Creo que lo mejor es compararnos con nosotros mismos, cómo era el Chile de hace unos 10 años, con cómo estamos hoy versus cómo queríamos estar hace una década”, finaliza Gustavo.
Para saber más sobre este modelo, visita: https://shinkamanagement.com/es/