Con la idea de mantener a líderes de bandas criminales separados de otros reos, el Gobierno está analizando la construcción de una nueva cárcel de alta seguridad ante la aparición de delitos más violentos y la aparición de grupos organizados con alto poder de fuego.
Así lo dijo el subsecretario de Justicia, Jaime Gajardo, quien en radio Pauta apuntó a que en la actualidad hay 47.000 personas privadas de libertad y la capacidad del sistema penitenciario del país es para 42.000, por lo que “tenemos actualmente 110% de ocupación de nuestros establecimientos penitenciarios, lo que ha ido al alza de manera importante, principalmente en el último año”.
La autoridad de Gobierno señaló que el sistema carcelario es precario, criticando que desde hace 11 años no ha habido cambios ni inversión para mejorar y aumentar los recintos carcelarios.
“Nuestro sistema mantiene la capacidad para 42.000 personas desde el año 2012, es decir, que desde ese año no hay una inversión importante”, afirmó.
En ese sentido, explicó que en 2019 se registró un mínimo histórico con 40.000 personas privadas de libertad, cifra que se mantuvo estable durante la pandemia, pero cuando asumió la nueva administración ya habían 41.000 y “de 2022 a la fecha se pegó este salto importante y cerramos marzo prácticamente con 47.000 personas privadas de libertad”.
“No sólo tenemos delincuentes que han cometido delitos más peligrosos, sino que también tenemos presencia de bandas organizadas, de crimen organizado al interior de los establecimientos penitenciarios, y para ello, se requiere tener una infraestructura que nos permita separar y segregar adecuadamente a esas personas”, mencionó.
Gajardo señaló que al asumir el Gobierno de Gabriel Boric solo había cinco módulos de alta seguridad en los 80 recintos penitenciarios que hay en el país con una capacidad para 300 personas en total, pero el de Arica tuvo que ser reparado al igual que la cárcel de alta seguridad.
“Tenemos una situación penitenciaria que ha cambiado muy radicalmente en los últimos años, y por lo mismo, estamos proyectando en este régimen especial, la construcción de más módulos de alta seguridad, pero también eventualmente estamos evaluando la construcción de otra cárcel de máxima seguridad que nos permita tener ahí, de forma debidamente aislada y segregada, con estas condiciones, a los líderes de las bandas criminales”, precisó.
Explicó que para llevar a cabo la construcción es necesario “aprobar una solución legislativa que nos permita construir establecimientos penitenciarios en plazos más breve, porque actualmente construir una cárcel tarde aproximadamente ocho a diez años. De hecho, nosotros estamos tomando la posta de proyectos que venían de gobiernos anteriores”.