Conocer cuál es tu capacidad de pago es fundamental para poder solicitar con seguridad un credito de consumo. Esta información te permite evaluar el riesgo que estás tomando y saber si el financiamiento te va a beneficiar o te traerá más problemas.

¿En qué consiste la capacidad de pago de un crédito de consumo?

A la hora de solicitar créditos de consumo, las instituciones financieras deben considerar distintos elementos para saber si otorgarte los fondos es una medida segura. Entre estos factores, tu capacidad de pago juega un papel esencial, tanto para los prestamistas como para tu propia estabilidad.

En simple, la capacidad de pago se asocia con las posibilidades que tienes de devolver los fondos que estás solicitando. Este indicador mide la cantidad de dinero que puedes llegar a pagar regularmente al corto y largo plazo.

Este concepto tiene una importancia crucial para ambas partes involucradas en un crédito de consumo. Por un lado, le permite a la entidad financiera, que actúa como prestamista, determinar si realmente quien solicita el dinero tiene el respaldo económico necesario para devolver el préstamo. Por otro lado, te ayuda a ti a evaluar si un préstamo es algo que puedes manejar y qué monto te conviene solicitar.

¿Cómo puedes calcular tu capacidad de pago?

Por todas estas razones, conocer bien tu capacidad de pago puede traerte muchos beneficios y facilitar todo tu proceso de postulación. Si quieres saber cómo calcularla, simplemente sigue estos pasos: 

1. Calcula tus ingresos

En primer lugar, debes determinar tu nivel de ingresos en un período específico (por ejemplo, un mes). Es importante que contemples cualquier renta o fuente de ingresos que sea fija y regular, sin importar cuál sea su tipo. 

Sin embargo, solo debes considerar las fuentes que se vayan a mantener a mediano o largo plazo, al menos mientras dure el pago de las cuotas del crédito.

2. Calcula tus gastos

Posteriormente, debes calcular tus gastos mensuales. Este monto implica la suma de todas las salidas de dinero que involucre tu vida regular. Por ejemplo:

• El pago de vivienda.
• Alimentación.
• Educación.
• Servicios básicos.
• Transporte.
• Entretención.
• Cuotas de otras deudas solicitadas anteriormente.

Una vez que sumes el monto de todos estos factores, podrás pasar al último paso.

3. Determina la diferencia entre ingresos y gastos

Como paso final, simplemente debes restar tus gastos a tus ingresos. La diferencia entre estos dos montos te permitirá conocer cuánto puedes dedicar mensualmente al pago de las cuotas de tu crédito. Por lo mismo, mientras más detallado sea el resumen de tus gastos, más preciso será el cálculo de tu capacidad de pago.

Ahora bien, ten en cuenta que este ejercicio corresponde a una simulación que solo toma los indicadores más generales. En la realidad, una entidad financiera puede incluir otros factores en el análisis para determinar tu nivel de riesgo crediticio. Por ejemplo, puede considerar tu estabilidad laboral e historial de créditos.

De cualquier manera, el cálculo general de tu capacidad de pago es un paso fundamental que no te puedes saltar si deseas solicitar creditos de consumo de manera exitosa y segura.