Como era previsible, el Presidente Gabriel Boric y la ministra del Interior, Carolina Tohá, fueron recibidos con gritos y abucheos al llegar al responso de la sargento segunda de Carabineros, Rita Olivares, en Quilpué.
La gente apostada en las inmediaciones de la iglesia Asamblea de Dios en Villa Alemana recibió con gritos de “asesinos” y “fuera” al mandatario y a la jefa de gabinete, responsabilizándolos del asesinato de la funcionaria policial a manos de delincuentes.
Anteriormente llegó hasta el lugar el general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, quien fue bien recibido por las personas, quienes le expresaron las condolencias por la muerte de una nueva martir de la policía uniformada.
En tanto, el general Yáñez dispuso el ascenso póstumo de Rita Olivares desde sargento segundo a suboficial mayor, anunciando también que se renombrará la tenencia donde la uniformada cumplía funciones.