Por Carlos Spoerer, CEO y Socio Fundador de Ringme
Chile está envejeciendo. La tasa de personas menores de 15 años, bajó a un 18,9% versus el 29,7% que se registraba en 1992, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas. Diversos factores influyen en que cada vez más personas decidan no traer niños al mundo, lo que irá impactando en una población cada vez más envejecida y que tendrá desafíos que no estamos visualizando.
Las estimaciones van en esta línea a nivel local. Al 2050, las personas mayores serán un tercio de todos los chilenos, según estimaciones del INE, desde donde afirman que un 32,1% de la población sobrepasará los 60 años para esa fecha.
En materia de personas mayores hay grandes desafíos, y no estamos preparados para atender a esa población. Por ejemplo, actualmente, en supermercados y farmacias están muy restringidos los productos y servicios orientados a personas mayores. ¿Qué hay para todo el resto de la población?, ¡de todo! Hay mucho espacio de acción y mucho por hacer.
Si no se piensa en el bienestar de las personas mayores, se puede generar un gran deterioro en su calidad de vida, en problemáticas propias de la vejez como el sedentarismo, la soledad y eventuales problemas de corte psicológico. Esto muchas veces tiene un impacto directo en el grupo familiar, menoscabando vínculos, disminuyendo la calidad del tiempo compartido y va en contra de la legitimación de la vejez como un estado digno dentro del núcleo familiar y social.
Según reflejan los últimos censos, las personas mayores han ido adquiriendo mejores niveles de educación, lo que irá en aumento debido a los mejores accesos en esta materia, proyectando personas mayores distintas a las que vemos actualmente donde, incluso, aún hay algún grado de analfabetismo.
Los censos también revelan que la presencia de personas mayores dentro de los hogares aumentó, tomando también, en algunos casos, un rol dominante dentro de la estructura familiar, al ser reconocidos como jefes y jefas de hogar.
Estos son solo algunos motivos, y suficientes, para pensar en las acciones que desde los distintos actores que componen la sociedad, deberíamos a comenzar a hacernos cargo frente a esta latente realidad. Como, por ejemplo, generar mayor inversión e intervenciones frente a las necesidades de las personas mayores, tanto desde el mundo privado como el público.
En Ringme, como organización, estamos convencidos de que este segmento etario requiere un abordaje proactivo e inmediato, siendo clave generar redes entre distintos actores ligados al bienestar de las personas mayores, para poder intervenir de manera conjunta y sinérgica.
Para esto, nuestro granito es aportar desde un servicio pionero e innovador en lo que respecta al cuidado y bienestar de los adultos mayores. Generamos acompañamiento telefónico personalizado según los intereses de las personas mayores, en donde podemos no solo favorecer su bienestar, sino que el de su familia y tejido social.
El desafío es grande, pero aún estamos a tiempo de generar cambios que vayan en la dirección de impulsar la visualización de este segmento, al que todos llegaremos eventualmente.
Para saber más información, visita: www.ringme.cl