Aunque la ONU tiene las mejores intenciones y participan todas la naciones del mundo, lo cierto que su peso real es igual a cero porque es dominada por la potencias de siempre que hacen imposible -por ejemplo- que se acaten sus resoluciones, tal como ocurre con Palestina e Israel.
Así este jueves por mayoría de 141 votos a favor (países), 7 en contra; la Asamblea General aprobó una resolución que pide una «paz duradera y justa» y el reconocimiento de la soberanía y las fronteras de Ucrania.
En una votación no vinculante, aunque con fuerte carga simbólica, la asamblea reunida en Nueva York aprobó con 141 votos a favor, 7 en contra (Rusia, Bielorrusia, Corea del Norte, Eritrea, Nicaragua, Mali y Siria) y 32 abstenciones (China, India y buena parte de África), un texto que exige la «retirada inmediata e incondicional” de las tropas invasoras, el cese de las hostilidades y una paz «justa y duradera».
El documento reafirma el apoyo a la soberanía ucraniana y a su integridad territorial, rechazando las pretensiones rusas de anexarse partes del país que están ocupadas, y exige a Moscú que respete «las fronteras reconocidas internacionalmente» de Ucrania. Rusia ha ocupado su poder de veto para impedir resoluciones vinculantes en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Un total de 73 países copatrocinaron la propuesta, entre ellos todos los de la Unión Europea, Estados Unidos y varios latinoamericanos, como Chile, Ecuador, República Dominicana y Uruguay. La resolución también recalca «la necesidad de alcanzar cuanto antes una paz general, justa y duradera en Ucrania, en consonancia con los principios de la Carta de Naciones Unidas», reseña un cable de DW.