Esta semana que se inicia el oráculo criollo tiene datos interesantes e irrelevantes pero que hacen feliz a los opinólogos, ‘expertos’ y a la prensa -nos incluimos- porque mide la percepción del soberano sobre los ministros en acción (algunos no tanto) y el aplausómetro es claro: La peor de todas y que se lleva la «gaviota de lata» (en onda festivalera) es Antonia Urrejola la ministra de RREE de la República con 55% de desaprobación y 39% de aprobación. Bajó 9 puntos desde la medición de enero y 13 puntos en total desde noviembre pasado.
Sin duda Urrejola está -como se escucha en los pasillos de La Moneda y en los edificio Carrera- con una «patita» fuera del ministerio porque su gestión ha sido una «metida de pata» tras otra incluyendo sus desafiantes declaraciones tras volver -obligada de vacaciones- mientras los ministros se ponían bajo las órdenes del Presidente por los devastadores incendios forestales, pero ella (Urrejola) prefirió seguir en Costa Rica.
Uno de los ministros que debe estar feliz porque repuntó su «popularidad» es el tuiterazo ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela quien logró subir en el conocimiento del respetable llegando a 33%, un alza de 5 puntos en relación a enero, es decir le ha servido tanta foto y video cargando sacos, saludando y cuanta selfie le piden.