En las postrimerías de la Guerra Fría, Noruega se vio envuelta en un caso de espionaje sin precedentes y su protagonista un diplomático noruego, tal como lo recuerda el diario noruego Aftenposten, que este domingo repasa la historia de Arne Treholt, tras fallecer en Moscú este domingo a los 80 años y a cuyo país (Unión Soviética en ese entonces) sirvió y vivió tras pasar en prisión y recibir el indulto por enfermedad.
Treholt fue detenido en 1984 en el aeropuerto de Oslo, acusado de haber revelado secretos militares y políticos al servicio de inteligencia soviética KGB en los años 70 y 80, pero además -según el juicio- en los ’80 también sirvió a la inteligencia de Irak cuando gobernaba Saddam Hussein. En 1985 fue sentenciado a 20 años de prisión por espionaje y alta traición y en 1992 recibió el idulto por razones de salud dejando Noruega para vivir un tiempo en chipre y luego en Moscú.
Según sus declaraciones, admitió haber facilitado a potencias extranjeras documentos -sin importancia según él-, y también reconoció haber recibido una compensación económica, pero siempre rechazó las acusaciones de espionaje.
Treholt, durante 16 años, el era jefe de una agencia del Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega se vio envuelto en lo que se convirtió en el caso de espionaje más relevante en la historia de Noruega.
El diario noruego recuerda que Arne Treholt fue el político y diplomático que en 1985 fue condenado por espionaje en beneficio de la Unión Soviética. Un veredicto que luchó por el resto de su vida, sobre todo en los libros «Alene» y «Gråsoner».
Después de que el gobierno de Brundtland lo indultara en 1992 por motivos de salud, vivió como empresario en Chipre y en Moscú.
Arne Treholt nació el 13 de diciembre de 1942 en Brandbu. Se volvió políticamente activo en el Partido Laborista desde el principio y fue secretario de estado en el Ministerio de la Ley del Mar antes de transferirse al servicio exterior, incluso como consejero de la embajada en la delegación de la ONU en Nueva York.
