Anoche el comisario Daniel Valdés Donoso, oficial profesional de la Brigada de Delitos Económicos y Propiedad Intelectual (Bridepi), fue asesinado de cuatro tiros en el sector de Alonso de Ercilla con avenida Goycolea, La Cisterna. Fue baleado en su cara para robarle el auto.
Esta mañana se reveló que el registro de cámaras de seguridad, el asesino disparó más de 14 veces en contra de Valdés y dos ellos los recibió en la cabeza y otros dos en el tórax, falleciendo en el lugar. La PDI informó: «Brigada de Homicidios Sur continúa las diligencias para lograr establecer las circunstancias en que se produjo el homicidio del Comisario Daniel Valdés Donoso (Q.E.P.D), en virtud a lo dispuesto por la Fiscalía Regional Metropolitana Sur».
La ministra del Interior y jefe política de las policías Carolina Tohá, lamentó lo sucedido e indicó el compromiso como Estado para que situaciones similares no se vuelvan a repetir. Delitos que, según la secretaria de Estado, se están viviendo con una frecuencia y violencia de la cual no podemos acostumbrarnos.
Y esta madrugada en pleno centro de Santiago, en la base del Cerro Santa Lucía, un hombre venezolano de 22 años fue baleado por otro sujeto que podría haberle querido asaltar, el sujeto acompañado de una mujer recibió los balazos y murió en el lugar; el hecho sucedió frente a la Alameda, en la intersección con Miraflores, luego de que la víctima y su pareja se encontraban transitando en bicicleta.
Es decir el poder de fuego y la criminalidad sin piedad sigue masacrando a los chilenos y extranjeros mientras el gobierno de turno sigue paralizado con un proyecto -absurdo a esta hora- de Mesa de Seguridad que incorpora a todos los sectores políticos y que es boicoteado por parte de la derecha que pone condiciones para sentarse en ella y como el Gobierno es ameteur y no sabe -parece- que es el Gobierno le da en el gusto mientras la delincuencia sigue desatada.