Por Fabián Lobos, coordinador técnico comercial de Safira Energía
Actualmente, se ha mostrado un gran interés por parte de las autoridades a nivel internacional, y también de las personas en general, por migrar hacia sistemas de generación de energía que sean más amigables con todo aquello que nos rodea. Esto no es un escenario ajeno al sector empresarial, dado que se ha visto que muchísimas empresas han optado por optimizar sus procesos, reducir su huella de carbono, mejorar las tecnologías aplicadas para su producción y otras medidas que son importantes en este contexto.
Junto con esto, en los últimos años, desde el estado, los gobiernos se han preocupado por incentivar este tipo de acciones de manera más directa y con propuestas que representen un atractivo para las compañías. Es así como han surgido diferentes cambios en la normativa, como la ley de almacenamiento y electromovilidad, o el cierre mandatorio de las centrales a carbón.
Los “estímulos” son muchos, y muy variados, especialmente en materia económica. Existen fondos especializados en proyectos energéticos o suministros eléctricos para empresas, desarrollo e incentivos de ahorro o reducción de consumo, planes de contingencia, entre otros.
Resulta ideal pensar en un Chile que funcione y se mueva, exclusivamente, a través de energías renovables. Sin embargo, lograr este cambio no siempre es sencillo. Existen varios desafíos, pero el que más le preocupa, tanto a la población como a los empresarios, es el ámbito económico. Para transformar la matriz energética del país, es necesario una serie de acciones estratégicas, como inversiones, planes de contingencia, modificaciones a la normativa e, incluso, instalación e infraestructura. Todo esto genera costos que alguien debe asumir.
El tema del alza en las tarifas eléctricas ha estado en la palestra (hace poco Ciper realizó un reportaje al respecto), y ha sido parte de las conversaciones cotidianas desde hace varios meses. Sin embargo, aunque es evidente que los precios no son los mismos, no se puede decir que existe un único factor responsable de este fenómeno, puesto que convergen diferentes temas, como la situación económica del país con una inflación de más del 12% anual, así como las transformaciones que se están haciendo en la matriz eléctrica y el sector empresarial.
Con el plan de descarbonización del sistema y la implementación de energías provenientes de fuentes renovables, ha sido necesario construir, modificar, convertir y ajustar muchas estructuras a lo largo del país. Por otro lado, el precio de la energía varía según su fuente de origen e, incluso, según el horario en el que se consume. Por ejemplo, llevar luz a un hogar, empresa, colegio u otro implica un proceso de generación, transmisión, distribución de la energía a través de cableado, y la administración general del servicio. Todos estos son elementos que tarde o temprano aparecen en la boleta de la electricidad.
En el mercado libre de energía, que es aquel al que pertenecen todas aquellas empresas que comercializan determinada cantidad de energía anual, se ha visto una fluctuación de tarifas a lo largo de 2022, y es por eso que el ministerio de Energía y las asociaciones gremiales, han establecido estrategias para solventar la situación. Por otro lado, en el sector residencial se han implementado acciones como el fondo de estabilización de precios, una alternativa que plantea asumir estos “costos sistémicos” de forma paulatina, evitando grandes impactos en la economía de la población.
Chile es un país que ha tomado cartas en el asunto. Por eso es que, a nivel global, Chile representa el menor índice de alzas en las tarifas eléctricas. Para mediados del año 2022, registrábamos un incremento de 3,7%, mientras que varias localidades de Europa indicaban hasta un 100%.
Como Safira Energía, en el 2022, levantamos el debate de la energía limpia versus la energía barata, y notamos que no todos comprenden que -si bien las energías de este tipo pueden ser más rentables en el futuro- transformar nuestro actual panorama implica precios altos en un primer momento. Este es el tipo de iniciativas que le extendemos a nuestros clientes, evaluando sus oportunidades, ayudándolos a aprovechar su energía al máximo y también brindando la asesoría necesaria para participar de los incentivos gubernamentales en este tema.
Eso sí, no es un escenario pesimista, ya que los esfuerzos de las autoridades y las innovaciones tecnológicas e ideológicas de las grandes empresas, apuntan hacia un Chile sustentable, moderno y renovable, y esa es la senda en la que debemos seguir como país, generando incentivos y abriendo caminos para ir cimentando este cambio.
Para saber más, visita: https://www.safiraenergia.cl/