La convulsión política en el oficialismo es total a la hora de definir una o dos listas, luego que el PPD decidiera asumir la existencia de dos listas para enfrentar la elección de consejeros constituyentes y es en este marco que el diputado y presidente de Convergencia Social, Diego Ibáñez, se rinde y plantea la necesidad de conformar una nueva coalición política en la que el Partido Socialista asuma el liderazgo y evitar de esa forma la fragmentación.
En conversación con El Mercurio, el parlamentario sostiene que el ir a dichos comicios en una lista “más allá del cálculo electoral, es una casa común donde las ideas socialistas se defienda soportando diferencias”.
Sobre la existencia de dos listas, Ibáñez plantea en El Mercurio que esto significa “profundizar la fragmentación política, que es el síntoma del triunfo del individualismo por sobre los proyectos colectivos”.
El timonel de CS también le brinda pleitesía al PS, indicando que las decisiones que ha tomado esa colectividad a lo largo de la historia del país “marcan ciclos para la izquierda y para el progresismo, por lo tanto, las transformaciones sociales que se sostienen detrás de su programa. Ese es el calibre de la definición que está tomando el PS”.
“La reflexión de fondo es entre quienes nos sentimos de izquierda, que es asumir que hoy hay un cambio de ciclo, y que para que nuestras ideas avancen se requiere reconfigurar las coaliciones. Lo que nosotros proponemos no es que se sumen a Apruebo Dignidad, que ya cumplió un ciclo, sino configurar una nueva coalición política donde los socialistas asuman un liderazgo importante en la construcción de la nueva izquierda”, señaló.
En cuanto a la decisión tomada por el PPD de ir en listas separadas, Ibáñez precisa que “no creo que ellos solo quieran cargos. Creo que hay un trasfondo, hay una tesis política de aumentar la base social que la quiero debatir con argumentos. Me da la impresión de que están profundamente equivocados”.
Y agrega que “el diagnóstico del Chile actual que tienen es mirarlo con los lentes de los 90, es pensar que la ciudadanía actúa y responde a los problemas de la misma forma que respondió en los 90. Eso es un grave error. Si es que las fuerzas transformadoras replican un diagnóstico equivocado, van a tener resultados equivocados”.