Entre la noche del viernes y la mañana de este sábado la tensión llegó un punto máximo en las oficinas del Presidente Gabriel Boric en La Moneda, la crisis desatada por los indultos, por las explicaciones inexplicables e inentendibles, la inminente derrota en la elección del Fiscal Nacional, puso a prueba al Equipo Político, al Segundo Piso y a los propios ministros involucrados y antes que las acusaciones constitucionales lleguen al propio Boric, el hilo -por ahora- se cortó por lo más obvio, la salida de la ministra de Justicia, la sociólogas Marcela Ríos y de paso se cobró la cabeza del todopoderoso jefe de gabinete presidencial Matías Meza-Lopenhandía de Convergencia Social, para muchos de una dureza ideológica infranqueable y que -fuentes de palacio- era él o la ministra del interior, la pepedé Carolina Tohá que se ha trenzado en una larga disputa con el ahora ex jefe de gabinete, pero no significa que Tohá se reempodere, al contrario, sigue debilitada y con muy mala relación con los parlamentarios y con parte del gabinete, pero para el nivel de la crisis es poco conveniente su salida -por ahora-.
Ahora bien la salida de Ríos de Justicia no significa que se cae la Acusación Constitucional, al contrario seguirá su curso, como también la que que sentará en el banquillo de la Cámara de Diputados al ministro Giorgio Jackson.
Más allá de los significados políticos de las renuncias -forzadas- de hoy, lo relevante es cómo el Presidente seguirá adelante con bajas importantes que lo siguen alejando de su programa de gobierno, programa que ha sido imposible de aplicar excepto para los más radicales quizás esa sea la razón de la caída de Meza-Lopenhandía, dar una señal de moderación para llegar a marzo lo menos «abollado posible» dado que será un mes clave para los temas bandera del gobierno, pero un mes de alto riesgo porque es el mes de mayores gastos para una atribulada ciudadanía que intenta llegar a fin de mes con precios de alimentos básicos como si fueran artículos de lujo, es decir el panorama en el futuro inmediato es de negrura total para el actual Gobierno y para enfrentarlo necesitará experiencia, temple y otras virtudes que hasta ahora parece que muy pocos tienen en el entorno del Mandatario.
Ahora bien lo que viene no es muy distinto a lo que ocurría antes de la renuncia porque la Acusación Constitucional contra Río sigue su curso anunciaron los partidos de la oposición.