Médico veterinario sugiere cerrar ventanas y cortinas para disminuir el ruido, acompañar en todo momento a la mascota y  suministrar modificadores de conducta naturales.

Cuestionados y disfrutados a la vez, los fuegos artificiales son lanzados de manera autorizada en Año Nuevo o informalmente en algunos barrios.

Su estruendo afecta a un integrante de la familia: la mascota.

“Está estudiado que entre el 10% y 50% de los perros tiene miedo a ruidos intensos y repentinos, como pirotecnia, tormentas y balazos. En algunos sectores, las mascotas están expuestas a fuegos artificiales todo el año, lo que les provoca estrés y pone en riesgo su vida, pues muchos perros huyen del ruido y se pierden”, explica Diego Pincheira, médico veterinario de Laboratorio Drag Pharma.

Los perros tienen una sensibilidad auditiva tres veces superior a la del ser humano. Por lo tanto, los canes y también los gatos perciben el sonido de los fuegos artificiales con mayor intensidad que su tutor. “Además la pirotecnia es un ruido sorpresivo que el perro –a diferencia del humano- no sabe cómo interpretar y percibe como un peligro”, explica Pincheira.

Asustados ante el ruido de los fuegos artificiales, habitualmente los perros deambulan, buscan a su tutor, babean produciendo saliva, jadean o tienen taquicardia. En casos de fobia al sonido intenso, pueden orinar o defecar, romper muebles, aullar intensamente y saltar la reja o chocar contra un ventanal para arrancar del ruido, con riesgo de perderse o ser atropellado por un vehículo.

Los gatos, más que huir, buscarán esconderse ya sea bajo las camas o en el clóset. 

Disimular el ruido y acompañar

Para proteger a las mascotas ante los fuegos, Pincheira aconseja:

• Cerrar ventanas y cortinas para disminuir la intensidad del ruido y generar un ambiente tranquilo para el perro o gato.

Si se saldrá al balcón a ver los fuegos artificiales, hay que dejar a la mascota dentro del departamento y cerrar las ventanas.

• Disimular el ruido de los fuegos artificiales poniendo música o prendiendo la televisión, que son sonidos rutinarios a los que está habituada la mascota.

• Distraer al animal dándole su juguete favorito o un snack para cambiar su foco de atención.

• En lo posible, acompañar al perro en todo momento, pues el apego con su tutor le da seguridad y tranquilidad. Si el gato se esconde bajo cama o en el clóset, hay que dejarlo tranquilo.

Si se saldrá al balcón a ver la pirotecnia, es ideal que alguna persona se quede en interior del departamento acompañando al perro.

En caso de salir a la calle a ver los fuegos artificiales acompañado del perro, siempre debe ser con correa, para evitar que arranque del ruido y se pierda.

Solo si los tutores irán a celebrar fuera del hogar, se podría dejar al perro en una habitación con la televisión encendida o un juguete que le guste, con ventanas y cortinas cerradas.

• Administrar terapias naturales por lo menos desde tres días antes de los fuegos artificiales. Existen modificadores de conducta para perros como Paz Pet que no sedan ni adormecen, sino que solo tranquilizan. Tiene componentes que relajan de manera natural como la L- Theanina (también presente en el té verde), y vegetales como valeriana, melissa y passiflora, y componentes que mejoran la sensación de bienestar, como el L-Triptofáno.

• Acudir a un médico veterinario etólogo –especialista en conducta animal- si ante el ruido intenso el perro tiene una respuesta extrema que pone en riesgo su salud. El etólogo podrá realizar un tratamiento de largo plazo para desensibilizarlo respecto al ruido.