Los sistemas de producción en la agroindustria son clave para satisfacer las necesidades alimentarias de las personas, por ello es clave conocer qué tipo de maquinaria se debe utilizar para cumplir con el objetivo de contar con alimento de calidad para los animales.
El heno y forraje en general, son clave para asegurar una buena alimentación en los animales, lo que se traduce luego en una mejor engorda o una mayor cantidad de leche producida por animal. “Como se puede suponer, existen muchas estrategias y formas de abordar esta temática, las que dependerán en parte de la zona de Chile donde estemos trabajando y el tipo de explotación que tengamos”, sostiene José Pablo Molina, product manager de Implementos en Dercomaq.
De acuerdo al experto, lo más importante es tener una planificación que permita tener disponible durante todo el año una nutrición estable para los animales independiente de las condiciones climáticas. Es así como, además de la pradera natural, se puede recurrir a otras formas durante los meses en que la pradera no está disponible, como pueden ser los bolos, los fardos convencionales y el silo parva, permitiendo entregar alimento de buena calidad nutricional.
Detrás de estas estrategias para el sustento alimenticio existen opciones de maquinaria agrícola que participa en los distintos procesos, a continuación procederemos a detallar algunas que trabajan directamente con forraje:
- Sembradoras y regeneradoras de pradera: En una pradera de calidad es fundamental que pasado el invierno se pueda sembrar o resembrar para asegurar un volumen de forraje adecuado por hectárea.
- Segadoras: Existen de muchos tipos y medidas, dependiendo del tipo de forraje que se trabaje. Algunos tipos son: de tambor, de barra y, las más comunes, de disco. Hay algunas con acondicionador de rodillos de goma y otras con acondicionador de dedos, lo que ayudará en acelerar el proceso de secado del pasto una vez cortado.
- Rastrillos volteadores: Dependiendo de la zona donde se trabaje, si hay ventanas cortas (por lluvia por ejemplo), o si se necesita mayor eficiencia en el proceso de secado del pasto, se recomienda la utilización de rastrillos volteadores o pateadores, los que tienen como principal función “dar vuelta el pasto” una vez cortado, es decir, exponer la parte que queda en contacto con el suelo para que de esta forma el secado sea más parejo y se alcance la humedad necesaria en el menor tiempo.
- Rastrillos hileradores: Son los encargados de ordenar el pasto cortado, formando una hilera para que luego pase el equipo que se encargará de tomarlo. Acá se encuentran rastrillos de estrella y de un rotor, además de 2 y hasta 4 rotores. La principal diferencia entre uno y otro es el ancho de trabajo, pudiendo llegar hasta 15 metros en algunos casos.
- Enfardadoras: Equipos encargados de tomar el pasto y llevarlo a una forma que sea almacenable en el tiempo. Las más comunes son las enfardadoras de fardo cuadrado tradicional, las que pueden utilizar amarras con alambre o sisal. Asimismo, se observa una tendencia en alza a las enfardadoras de fardo gigante, aunque estas son más comunes en el manejo de pasto seco.
- Rotoenfadadoras: Maquinaria encargada de fabricar el bolo, que pueden ser de cámara fija (rodillos) o cámara variable (correas). Algunas de ellas poseen envolvedor incluido, lo que hace mucho más eficiente y rápido el proceso. El bolo es una de las mejores formas de guardar forraje verde, incluso por más de un año, sin que el pasto sufra perdidas de calidad en el aporte nutricional que entrega al animal, por lo mismo es una de las formas más utilizadas en Chile durante este último tiempo.
- Picadora: Ideal para recolectar el pasto (tipo JAGUAR) la que permitirá picarlo de un largo predeterminado y cargarlo en un carro o batea, para luego transportarlo al silo, lugar donde luego se compacta sacando todo el oxigeno posible, tapar y sellar. Así, en invierno poder abrir y que se encuentre en condiciones de aportar los nutrientes requeridos a los animales, gracias a la fermentación anaeróbica.
“Es fundamental contar con el tipo de maquinaria adecuada para cada trabajo, en este caso, para la producción de heno y forraje, que asegura la alimentación adecuada de los animales, lo que generará al mismo tiempo un aumento en la productividad del sistema ganadero”, concluye Molina.
