La zona central de Chile ha recibido varias olas de calor durante el último mes; además de los efectos que esta temperatura tiene en los seres humanos, las mascotas han sufrido estas anormales alzas en su vida diaria.
Pablo González, docente de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Santo Tomás y Coordinador del Hospital Veterinario, nos entrega algunas recomendaciones para enfrentar el calor, qué señales se pueden ver en los animales cuando han sufrido un golpe de calor y otros importantes datos.
¿A qué temperatura nos debemos preocupar?
“En cuanto a temperatura hay que tener mucho cuidado cuando empieza a subir sobre los 41-42°C, ya que sobre esa temperatura los animales pueden comenzar con disfunciones multiorgánicas que pueden llevar a la muerte”, nos advierte González.
Si bien es difícil que la temperatura ambiente alcance esos números, sí puede ocurrir por una mezcla junto a mala ventilación, poca hidratación y no tener lugares para esconderse del calor. Esto es lo que termina provocando los conocidos “shocks térmicos”.
¿Qué señales de alerta podemos ver en estos casos?
Algo en común para perros y gatos es el jadeo excesivo. En esto el médico veterinario también señala que esta señal en los gatos puede demorar más. Además, otras evidencias de esto se pueden ver en aumentos en la frecuencia cardiaca y decaimiento o aletargamiento. Conocer a tu mascota es importante para poder diferenciarlo de momentos normales.
“Si los tutores pueden tomar la temperatura rectal de su mascota en esos momentos y está sobre los 39-39.5°C en reposo, es importantísimo que puedan acudir rápidamente a urgencias”, dice González.
Un error común es comparar la temperatura del humano, que en promedio es de 37°, con la de los animales. De esta forma, muchas veces creen que 38.5° es fiebre, lo que puede llevar tanto a medicación sin supervisión y otras acciones que los pueden poner en riesgo.
La comida también puede ser un indicador. Si bien es normal que con el calor los animales coman menos, no debería ser una diferencia tan notoria en comparación con la cantidad regular.
La importancia de la ventilación
Por normativa, las viviendas que cuenten con alguna mascota deben tener mallas de seguridad instaladas en las ventanas. Esto es fundamental para tener una ventilación que disminuya la temperatura en interiores sin correr riesgos, aunque también se pueden tomar otras medidas.
“Existen varios métodos y aptas para todos los bolsillos. Existen actualmente equipos de aire acondicionado que se pueden manejar desde una app en el celular, que va midiendo la temperatura de la habitación y permite prender o apagar el aire acondicionado según necesidad”, nos cuenta el profesional.
Además, actualmente en el mercado podemos encontrar mantas enfriadoras: “son como calientacamas, pero a la inversa. No ocupan energía y funcionan enfriando al animal que se acuesta sobre ellas” ¿Y qué debemos evitar? Las mantas de algodón y polar, las que suelen retener el calor.
Según González, también ayuda mantener zonas con sombras, cambiar seguido el agua e incluso poner hielo en aquellos recipientes.
¡No le cortes el pelo al gato!
Un dato importante que nos cuenta el médico veterinario tiene relación con los gatos. A pesar de poder tener el pelo largo, recomienda no hacer cortes de ningún tipo ya que este funciona como aislante térmico.
Evitar exponer a las mascotas a las horas de más altas temperaturas
Puede sonar obvio, pero González cuenta que se ha encontrado con diversos casos de shock térmico donde este ha sido el factor principal. Esto es todavía más frecuente en las razas de perros con problemas respiratorios, como bulldogs o pugs.
Junto a esto también está el tema del cuidado de la piel. El sol directo puede afectar más a animales de pelaje blanco. En el caso de los gatos, requerirán de protector solar, ya que son propensos a sufrir lesiones en la piel. Además, el sol provoca un aumento en la temperatura del suelo que puede generar quemaduras en las patas.
¿Cuáles son los primeros auxilios para una mascota que sufre shock de calor?
Lo principal es bajar la temperatura corporal. Para esto se pueden aplicar paños mojados fríos en el cuerpo de la mascota, ofrecer agua e incluso mojarla, pero todo esto solo para disminuirla mientras se dirigen a urgencias.
“Es sumamente importante recalcar que el shock térmico es una urgencia médica que en más del 50% de los casos termina en el fallecimiento del paciente por fallas multisistémicas. Mientras más rápido se atienda, habrá una mejor posibilidad de que sobreviva”, cuenta el profesional.