«Benedicto XVI ha vuelto a la Casa del Padre», así informa la Oficina de Prensa del Vaticano el fallecimiento del Pontífice que se ha producido a las 9:34 horas (hora italiaa), en la residencia del Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, que el Papa emérito, de 95 años, había elegido como residencia tras renunciar al ministerio petrino en 2013.
Ayer, en la víspera de su muerte, el Papa Francisco había pedido al mundo cristiano orar por Benedicto quien estaba agonizando.
Recordemos que Benedicto XVI, fue el primer papa alemán en 1000 años, elegido el 19 de abril de 2005 para suceder al Papa Juan Pablo II, quien reinó durante 27 años. Los cardenales lo eligieron entre ellos buscando continuidad y lo que uno llamó «un par de manos seguras». Durante casi 25 años, como cardenal Joseph Ratzinger, fue el encargado de la oficina doctrinal del Vaticano, la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) o mejor dicho la Inquisición moderna.
En tanto el medio oficial Vatican News relata que el propio Papa Francisco había querido compartir públicamente la noticia sobre el empeoramiento del estado de salud de su predecesor al final de la última audiencia general del año, el pasado 28 de diciembre, cuando invitó a rezar por el Papa emérito, «muy enfermo», para que el Señor le consuele y le sostenga «en este testimonio de amor a la Iglesia hasta el final». Y en todos los continentes se multiplicaron inmediatamente las iniciativas de oración con mensajes de solidaridad y cercanía también desde el mundo no eclesial.
