La mayoría de los inversores sólo conocen la operativa con las denominadas divisas a través de algún que otro viaje de vacaciones. Sin embargo, el hecho de que el mercado de divisas por sí solo sea mucho mayor que el mercado bursátil es un dato digno de mención. En este contexto, el comercio de divisas es una oportunidad para que los inversores especulen con los tipos de cambio internacionales y, en determinadas circunstancias, obtengan rendimientos sustanciales. Son muy pocos los operadores que conocen a fondo cómo funciona el mercado de divisas y qué leyes deben observarse.
Participar en el mercado de divisas desde casa
En muchos países de vacaciones populares, hay ventanillas especiales para turistas extranjeros donde se puede cambiar la moneda nacional por otra. Al viajar a Estados Unidos, por ejemplo, el euro se cambia por el dólar estadounidense. En Japón, el conocido euro debe cambiarse por yenes japoneses al tipo de cambio vigente. Si desea invertir en el mercado de divisas desde casa, ya puede obtener beneficios considerables con una inversión relativamente pequeña utilizando el efecto palanca. Para ello, el forex mercado ofrece una plataforma para poner en práctica tales aspiraciones y asegurarse una u otra ventaja para el posterior viaje de vacaciones.
Casi ningún horario comercial
El mercado de divisas siempre ha sido internacional y tiene en cuenta casi todas las monedas nacionales o internacionales representadas en el mundo. En este contexto, todo inversor debe ser consciente de que el mercado de divisas no conoce periodos de descanso y está en constante movimiento. A diferencia del precio de apertura de una acción, esta circunstancia es completamente desconocida para los ambiciosos operadores de Forex. Para los nuevos inversores, este «principio de las veinticuatro horas del día» establecido ofrece la ventaja de poder afianzarse en el mercado en cualquier momento y sin restricciones, y entrar a operar de inmediato.
Liquidez en abundancia
La ejecución de una orden en el mercado de divisas suele tardar sólo unos segundos. El mercado de divisas, que es con diferencia el mayor mercado financiero del mundo, ofrece obviamente una gran liquidez. Por ejemplo, cada día cambian de manos divisas con un volumen aproximado de cuatro billones de dólares estadounidenses. A la vista de este impresionante valor, rápidamente queda claro que el mercado de divisas supera con creces el volumen de negocio del mercado bursátil, y realmente le hace sombra. No existe una sede central para el comercio de divisas. Se trata más bien de una red mundial que permite el comercio extrabursátil de divisas. Una bolsa en el sentido clásico no existe.
La influencia de los bancos centrales nacionales
Además de las divisas y los propios inversores, los bancos centrales figuran entre los agentes más importantes del mercado de divisas. Pueden ser, por ejemplo, la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Japón (BoJ) o el Banco de Inglaterra (BoE). Estas importantes instituciones, igualmente reconocidas, contribuyen significativamente a influir en el tipo de cambio o en el atractivo de su moneda. Esto suele ocurrir mediante una revalorización o devaluación de la moneda respectiva. Quienes ya posean dólares estadounidenses, por ejemplo, y experimenten una subida de los tipos de interés de esta divisa pueden anotarse beneficios superiores a la media.
La situación económica es decisiva
La situación económica influye considerablemente en el comportamiento de una moneda. El poder adquisitivo de cualquier moneda está en el centro de todo esto. A veces depende del número de ventas de viviendas, de los precios al consumo o a la producción y del crecimiento de la masa monetaria. Mientras que el dólar estadounidense y el euro son comparativamente estables en el mercado de divisas, el dólar canadiense o el rand sudafricano se caracterizan por saltos extremos de precios.
