Luego que varios diputados del PDG votaran por el actual presidente de la Cámara, Vlado Mirosevic (PL), contraviniendo lo acordado a nivel interno de entregar su apoyo a Víctor Pino, la bancada decidió expulsar al independiente Francisco Pulgar de la instancia en una votación dividida, mostrando de esta forma que al interior de la colectividad se mantiene una grieta profunda.
Desde temprano se reunió la bancada para analizar lo ocurrido en la votación del timonel de la corporación, determinándose la salida de quien fuera forense y aplicar sanciones a los otros tres diputados que también respaldaron el nombre de Mirosevic: Rubén Oyarzo, Karen Medina y Gaspar Rivas, recogiendo la petición del líder del partido Franco Parisi, quien se encuentra en Estados Unidos y comanda todo de forma remota.
A pesar de que se estableció aplicar sanciones, estas no han sido definidas aún, por lo que serán analizadas en la reunión que se realizará el próximo lunes.
Rivas al conocer la resolución de la bancada de la que forma parte analiza la renuncia a la instancia, indicando que “esto definitivamente cruzó la línea, hablamos de una pasadura de máquina, una verdadera razia, donde una mayoría circunstancial está aprovechando un solo voto que tiene de mayoría, 5-4, para hacer lo que quieren y transformar la bancada en una situación autoritaria”.
“Es un tema que lo hemos analizado, todavía no hemos tomado una decisión, pero por Dios que algunos se han esforzado en eso”, explicó sobre su renuncia.
Por su parte, Pulgar arremetió contra Roberto Arroyo, afirmando que la petición fue hecha por ese parlamentario y “fue él que el 7 de noviembre hizo una solicitud de expulsión hacia mi persona, tema que nunca me fue notificado”.
“Siempre, desde un principio, dije que iba a respetar el acuerdo y nunca me iba a sumar a votaciones en bloque. Me dijeron que sí me lo iban a respetar, pero en mi condición de independiente he sido expulsado de la bancada, pasando a llevar el reglamento, que da cuenta de que para que un miembro sea expulsado tiene que existir unanimidad”, precisó el legislador afectado.
Lo ocurrido al interior del PDG da muestra que los nuevos partidos políticos que aspiran a “recuperar la política para ponerla al servicio de las personas, promoviendo la participación democrática de los acuerdos de todos en diferentes ámbitos de debate, decisión y ejecución”, según lo establecen sus principios, una vez en el tan codiciado PODER se transforman y amalgaman a lo que ya está establecido, siguiendo los cánones que la ciudadanía conoce desde que se recuperó la democracia en 1990.