Luego del incumplimiento de la palabra empeñada para que el Partido Comunista tomara la presidencia de la Cámara de Diputados como lo fue el nombre de la diputada Karol Cariola en un acuerdo establecido en marzo pasado, esta tarde, a eso de las 17:00 horas, comienza cuan “Juego de Tronos” la disputa de poder sentarse en la testera de la corporación entre dos parlamentarios: Vlado Mirosevic (Partido Liberal), apoyado por el oficialismo, y Víctor Pino (PDG), respaldado por Chile Vamos, quienes están en disputa para poder sentarse en el codiciado “Trono de Hierro” del PODER.
La opción de Mirosevic se encuentra más consolidada dentro del oficialismo, lista que también la conforman Carlos Bianchi (independiente-PPD) a la vicepresidencia y segunda vicepresidenta Catalina Pérez (RD).
Lo contrario es lo que ocurre con Pino, ya que a pesar de contar con el respaldo de su colectividad, aún no queda a firme, ya que el respaldo de la DC aún se encuentra en el aire y a la espera de una reunión que sostendrá la bancada falangista con la ministra de la Segpres, Ana Lya Uriarte.
Sin embargo, el nombre de Pino tambalea, ya que la propia DC puede colocar un nombre de sus filas, incluso la oposición podría nombrar a alguien del sector a pesar de que Chile Vamos lo descarta.
Una de las cosas que estaría en juego en esta disputa del PODER es que el oficialismo mantenga la testera y se afiance en la posición en las comisiones legislativas, ya que ante un alicaído Gobierno en cuanto a su aprobación, como lo demuestran las encuestas, sería un nuevo mazazo a sus aspiraciones de poder subir en los sondeos que hasta el momento no han sido de todo agrado para el Ejecutivo.
Además, está también la articulación que busca generar la DC, un partido que se podría decir que está en periodo de extinción ante las renuncias de varias de sus figuras rutilantes en una época, la discrepancia al interior de sus filas sobre distintos temas políticos (acrecentado por el respaldo de algunos al Apruebo y otros al Rechazo), para poder demostrar que su voz aún pesa en la política nacional y que en el último tiempo no se ha notado mucho con ideas, sino que solamente por disputas, dimes y diretes, cuestionamientos al Gobierno y una posición mucho más cercana a la derecha.
¿Segunda vuelta?
Como no existen los votos necesarios (78 parlamentarios) para asegurar a quien postula a la presidencia de la Cámara, todo hace predecir que es probable que se realice una segunda vuelta.
Y es que los nombres puestos en la mesa de apuestas no concitan mucha unidad, ya que desde el PS se le ha brindado el respaldo de la colectividad a Mirosevic, pero el radical Tomás Lagomarsino no está muy optimista con el resultado a pesar de que ha sido cuestionado por sus pares por participar en un encuentro con la derecha el pasado jueves.
Pino tampoco la tiene muy fácil, porque a lo comentado en líneas más arribas se suman las declaraciones que hicieron dos diputados de su partido, Rubén Oyarzo y Gaspar Rivas, quienes lo criticaron y cuestionaron la forma en como se “negoció” el cupo y que el parlamentario que aspira a la testera debió inhabilitarse como negociador al momento en que su nombre surgió para presidir la Cámara.
Paños fríos
En medio de la disputa por el PODER, quien puso “paños fríos” fue el expresidente de la Cámara, Raúl Soto (PPD), quien dijo que aún existe incertidumbre, pero que espera que haya “humo blanco” en la tarde y zanjar el problema.
Sin embargo, lamentó que “las cosas hayan llegado a este punto donde el mismo día de la votación todavía estamos con incertidumbre, contando los votos de lado y lado. Yo creo que había espacio para hacer algo más amplio, más estable, pero bueno este es el escenario que tenemos hoy, vamos a estar siempre colaborando con los esfuerzos de las bancadas oficialistas y esperamos que las conversaciones den frutos para que se alcancen los votos necesarios y más”.
“No queremos hoy una votación estrecha donde el día de mañana se puedan generar condiciones de inestabilidad, de censura, acusaciones cruzadas porque eso podría llevar a la Cámara a una situación de permanente tensión política que le haría mal al debate democrático que se debe desarrollar siempre en condiciones de gobernabilidad y de búsqueda de acuerdos”, señaló.