Mal lo está pasando el Gobierno que encabeza Gabriel Boric, ya que ha tenido que navegar contra una oposición que no le da respiro y con una disputa de poderes y egos al interior de la propia coalición oficialista, y para reforzar el trabajo y mejorar el quehacer diario es que se realizará el próximo domingo un Cónclave en Cerro Castillo, Viña el Mar. Sin embargo, todo apunta que esta reunión es para ordenar y pedir la unidad al conglomerado, con una clara señal de que los denominados “hijos de la Concertación” hagan caso a sus padres políticos y dejar de lado las diferencias que solamente perjudican a esta administración que está muy mal evaluada en todas las encuestas que se conocen.
Y es que el domingo se pretende buscar aunar voluntades para mejorar el “quehacer diario” y definir los pasos a futuro, especialmente el de establecer el rumbo del programa de Gobierno en donde hay ciertas diferencias en las “dos almas” que cohabitan el oficialismo y que ha mostrado la distancia que existe entre Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático, sin mencionar el factor PC que ya llega herido en su honor al tener que haber bajado la pretensión -acordada- para presidir al Cámara de Diputados, lo que evidencia que el anticomunismo está arraigado en Chile y va más allá de ser un «caballito de batalla» de la derecha, el anticomunismo es transversal.
Es que el Frente Amplio y el Partido Comunista están esperando que la agenda no se transforme en lo que han denominado un “realismo sin renuncia 2.0”, mientras que el Socialismo Democrático (ex Concertación) sostiene que se debe focalizar en proyectos que avancen en lo que es la contingencia actual como es la seguridad.
La propia vocera de Gobierno, Camila Vallejo, en declaraciones a radio Biobío, ha apuntado que el encuentro se pondrá énfasis en lo que es la reforma tributaria, pensiones y el presupuesto, pero también en la seguridad y la cita del domingo “está nuestro esfuerzo principal, en las respuestas a la ciudadanía, en nuestras urgencias, en nuestro trabajo y en cómo reforzamos ese trabajo, cómo damos más certezas, centrado en el quehacer”.
Sin embargo, todo apunta a que el encuentro será para limar asperezas, redefinir las prioridades luego de la derrota en el plebiscito de salida del 4 de septiembre y ver cómo aumentar la baja aprobación que tiene el Gobierno en las encuestas.
Y es que el saliente presidente de la Cámara, Raúl Soto (PPD), ya lo había apuntado cuando señaló que “los problemas de coordinación y comunicación dentro de los partidos y coaliciones de Gobierno amerita una reflexión profunda y un encuentro que permita ordenar la casa”, ya que a su juicio hay que ir “generando puentes de diálogo con otros sectores políticos para generar las mayorías que se requieren y los acuerdos para avanzar”.
En el encuentro del domingo 4 de noviembre se espera que lleguen los presidentes de todos los partidos políticos y los parlamentarios de las respectivas bancadas de los partidos que conforman la coalición oficialista, incluyendo a los independientes que en los encuentros anteriores al plebiscito no fueron invitados.
Y es que hay que recordar las palabras del senador y presidente de Revolución Democrática (RD), Juan Ignacio Latorre, que hirieron susceptibilidades de los exconcertacionistas al precisa que “al vez ellos tienen una historia de falta de lealtad política con sus liderazgos, pues ni a Bachelet ni a Lagos los trataron muy bien. Entonces, que no vengan a decirnos cómo gestionar una coalición, porque en su momento también tuvieron crisis”.
Estas declaraciones provocaron la molestia de algunos como el senador PS, Fidel Espinoza, quien apuntó a que las palabras del senador Latorre eran un claro ejemplo de la “soberbia que tienen muchos dentro del Gobierno, que no han entendido nada. Que después del fracaso del 4 de septiembre todas las cosas siguen igual”.
También consignar que el Ejecutivo había citado a un cónclave para el miércoles 26 de octubre, pero las evidentes discrepancias entre Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático llevaron a posponerlo para el 4 de noviembre.
Así las cosas y con reforma previsional presentada, este domingo el Oficialismo tendrá que hacer una pacto a la romana si quiere sobrevivir, de lo contrario será el fin de esta alianza.