La crisis sanitaria mundial provocada por el Covid-19 ha sido la principal causa de la baja matrícula en la educación parvularia. Jenniffer Ruiz, Directora de Carrera de Educación Parvularia de Universidad de Las Américas, informó que en nuestro país, según el Informe de Caracterización de la Educación Parvularia de diciembre de 2021, se observó una disminución de un 9,0% de la matrícula entre los años 2020 y 2021.
“El ausentismo tiene como consecuencia el rezago de los aprendizajes, observándose un aumento en la brecha de estos de casi un 66% durante el primer semestre 2022 en niveles de transición y niveles medios según datos de la Encuesta Nacional de Monitoreo de Establecimientos Escolares en Pandemia de julio 2022”, señala la educadora de párvulo y académica de UDLA.
La experta señala que, asistir regularmente al jardín infantil es garantizar un derecho social, ya que a través de diversas experiencias, conjugadas con el juego como una acción natural del niño y la niña para adquirir aprendizajes, se desarrollan múltiples estructuras neuronales que propician un sin número de posibilidades que facilitan que los párvulos se desenvuelvan y resuelvan problemáticas a corto, mediano y largo plazo. “La educación parvularia es el espacio en el que se reconoce a los niños y niñas como ciudadanos y protagonistas de su aprendizaje, es aquí donde se promueven los vínculos, el diálogo, comprender y reconocer al otro, actitudes socioafectivas que son claves para una vida social en bienestar”, enfatiza.
Esta brecha educacional provocada por la pandemia ha generado una alerta en las autoridades de educación del país. El gobierno nuevamente se ha puesto como desafío aumentar la cobertura y la calidad de la educación inicial, impulsando acciones para el retorno a la presencialidad de manera segura y consciente de las condiciones sanitarias en la que se encuentra el país, información que se ha transparentado en la Hoja de ruta de Educación Parvularia 2022-2026.
Finalmente, la académica hace un llamado a las familias a trabajar conjuntamente para fomentar el cuidado, la formación y el bienestar de los niños y niñas de nuestro país. “Nuestro compromiso debe estar focalizado en promover su participación, en informar y educar sobre los beneficios que trae consigo asistir regularmente al centro educativo. Esto, no solo favorecerá el desarrollo de aprendizajes, sino también generará un mayor sentido pertenencia y compromiso por garantizar y resguardar los derechos de la infancia”.