Los diputados RN e integrantes de la Comisión de Defensa, Miguel Becker y Camila Flores, junto al diputado Juan Carlos Beltrán, presentaron un requerimiento en Contraloría para que se investigue la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas, y solicite al subsecretario, Galo Eidelstein, todos los antecedentes sobre las nuevas contrataciones y desvinculaciones con el objeto de determinar si los nuevos asesores reúnen las condiciones de idoneidad profesional requeridas y si se ha hecho un uso adecuado de los recursos fiscales.
Becker detalló que ha habido «despidos indiscriminados de profesionales con gran trayectoria en el Ministerio, por personas del Partido Comunista sin ningún tipo de antecedentes de lo que va enfrentar y los desafíos que tiene el Ministerio de Defensa«.
Respecto de las nuevas contrataciones, se trataría de una decena, seis de las cuales serían del PC. A ello se suma que cerca de 70 funcionarios fueron desvinculados desde el inicio de la administración Boric y se ha contratado a cerca de 20 asesores, varios de los cuales militan en dicha tienda política.
Es más, según señala el requerimiento presentado por los parlamentarios RN, “es importante tener a la vista que al menos 6 de estos nuevos funcionarios son militantes del Partido Comunista de Chile: Sres. Campos, Da Corte, Insunza, Lobos, Palma y Sra. Sáez. Asimismo, dos forman parte de un órgano interno de decisión de dicha tienda política, el “Comité Central”, siendo ellos los Sres. Palma y Lobos”.
Además, se agrega que “este conjunto de nuevas contrataciones fue, en dicho momento, cuestionado por la prensa, no solo por su envergadura en el número de personas, sino también por las coincidencias de adscripción política de los funcionarios con el propio Subsecretario. En efecto, si bien es común que ministerios, subsecretarías y otros órganos de la Administración en que hay designaciones de exclusiva confianza presidencial sean asumidos por determinados partidos políticos o grupos de ellos que conforman la coalición política gobernante, no es tan común la masividad con que el Partido Comunista verdaderamente “se instaló” en la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas”.
Lo anterior ha llevado a que la subsecretaría se haya alterado de manera sustancial en su planta de funcionarios y, respecto de los “asesores” la cantidad de funcionarios sería excesiva y no se condice con las necesidades de buen servicio que el órgano debe prestar, afirmaron los parlamentarios
Por ello, los parlamentarios de derecha acusaron que el PC “se instaló” en la Subsecretaría y Miguel Becker consideró «sospechoso que un Subsecretario esté inmiscuyéndose, cambiando todos los equipos porque son personas extremadamente especialistas y específicos en sus trabajos. No vamos a permitir que el Partido Comunista quiera, además, inmiscuirse en las mallas curriculares«.
Asimismo, solicitaron al Contralor que, en uso de sus facultades constitucionales y legales, disponga una investigación para determinar si las desvinculaciones y nombramientos de personal de exclusiva confianza, así como otros contratados en cualquier modalidad tras la asunción del nuevo Gobierno y del actual subsecretario Eidelstein, se ajustan a las exigencias legales y principios que deben regir la administración del Estado.
Si bien, citan que la ley permite cierto grado de discrecionalidad en el proceso de contratación en el aparato público, esta discrecionalidad debe cumplir con un conjunto de requisitos que permitan justificar su actuar.
De igual manera, instaron a que el organismo contralor solicite al subsecretario Eidelstein el detalle total de las desvinculaciones y nuevas contrataciones instruidas tras haber asumido el cargo, y si éstas corresponden a un ejercicio razonable y motivado de la discrecionalidad de nombramiento de funcionarios.
Por su parte, el diputado Beltrán, dijo que las mallas curriculares de las escuelas de formación de las FFAA son «del más alto nivel y de las cuales han salido profesionales de primera calidad, lo que significa que los docentes son de gran nivel«.
Los legisladores concluyeron que no es posible que cada vez que exista un cambio de gobierno, se pretenda modificar las mallas curriculares de las escuelas matrices, o bien cambiar indiscriminadamente a personas especialistas y se incorporen personas que no tienen las capacidades necesarias para ejercer en esos cargos.
