Luego de 33 años de militancia en la Democracia Cristiana, el gobernador metropolitano, Claudio Orrego, renunció a la colectividad, acusando que “nuestra comunidad partidaria simplemente pasó a ser irreconocible” y que “nuestra convivencia interna se fue destruyendo”.
A través de una sentida carta, la autoridad metropolitana señala que “después de 33 años en el partido Demócrata Cristiano he decidido renunciar a mi militancia. Esta ha sido una decisión triste pero también muy meditada”.
Orrego rememora algunos hitos que la falange tiene a través de la historia, pero en uno de los párrafos señala que “junto con esta linda historia, también me ha tocado ver como nuestra convivencia interna se fue destruyendo, hasta que nuestra ‘comunidad’ partidaria simplemente pasó a ser irreconocible y hasta diría inexistente”.
“Del debate de ideas pasamos a la descalificación personal, de las diferencias ideológicas legítimas a grupos rivales irreconciliables, de la competencia necesaria a una guerra fratricida, de la lealtad a toda prueba a la deslealtad y la abierta traición”, apunta en su misiva.
Orrego agrega que “soy de los que trató de cambiar esta realidad desde las distintas responsabilidades que me correspondió ocupar, tanto dentro como fuera del partido, y siento que no pudimos revertirlo”.
En ese sentido, precisó que “respeto mucho a los que siguen intentando cambiar esto desde adentro, con tanta generosidad como coraje. Yo ya me desafecté y no quiero seguir invirtiendo las energías que me quedan en un ambiente donde ya no siento que se viva un espíritu comunitario y de respeto mínimo que se necesita para hacer política juntos”.
El gobernador menciona que seguirá en política, ya que “es mi vocación del alma, y a la cual espero dedicar los años que me quedan de vida. Nuestro país vive momentos muy difíciles, y van a exigir de nosotros una gran dosis de patriotismo y compromiso. Quizás tan grande como el que dimos en los tiempos de la Dictadura”.
Finalmente, la epístola de Orrego cierra con que “espero que volvamos a encontrarnos en el servicio público y la lucha política, aunque ya no sea siendo parte del mismo partido. Quien sabe cuales serán las formas de organización y alianzas que nos demos y podamos construir, con algunos de ustedes y muchos independientes y ex militantes de otros partidos. Lo importante es que mantengamos nuestros ideales y la esperanza inquebrantable en el futuro de nuestro país”.