El Presidente Gabriel Boric intervino este martes ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, realizando un repaso sobre el proceso constituyente y el resultado obtenido el pasado 4 de septiembre en el plebiscito de salida, señalando que ningún Gobierno puede sentirse derrotado cuando el “pueblo se pronuncia”.
En su alocución ante el organismo, Boric resaltó la importancia de la democracia en el desarrollo y resolución de conflictos políticos como el vivido en Chile en octubre de 2019, incluso realizó un guiño al derrocado Presidente Salvador Allende.
“Vengo de Chile, que es un hermoso país situado en el extremo sur de América, entre la Cordillera de Los Andes, que es la columna de nuestro continente y el majestuoso e imponente Océano Pacífico. Un país que tiene una geografía diversa y paisajes conmovedores, en donde conviven juntos los cielos más claros con los mares más tempestuosos, y el desierto más seco, con ciudades hechas de lluvia”, dijo el mandatario rememorando las palabras de Allende que partió de igual forma en 1972: “Vengo de Chile, un país pequeño, pero donde hoy cualquier ciudadano es libre de expresarse como mejor prefiera, de irrestricta tolerancia cultural, religiosa e ideológica, donde la discriminación racial no tiene cabida”.
Sin embargo, el discurso varió hacia la crisis política que atraviesa el país, indicando que “Chile vive actualmente un intenso proceso político. Hace casi tres años debimos hacer frente a una grave crisis política y social. Durante aquellos días, una gran mayoría de chilenos y chilenas manifestó su malestar frente a la desigualdad y los abusos. Su indignación frente a las largas esperas para recibir atención en la salud pública. Su hastío frente a las millonarias deudas por estudiar. Su rechazo a las pensiones de miseria después de largos años de trabajo. Es quizás una historia conocida para muchos de ustedes”.
En ese sentido, precisó que “somos un país que lleva largo tiempo buscando su camino propio hacia la dignidad y, si bien durante los gobiernos democráticos de los últimos 30 años se redujo notablemente la pobreza y hubo importantes avances en materia social, resulta indesmentible que el modelo de desarrollo que adoptamos en Chile ha mantenido una alta concentración de la riqueza, llevándonos a ser uno, y esto nos duele, colegas, uno de los países más desiguales del mundo”.
“Esta desigualdad, como de seguro también pasa en muchas de las naciones en vías de desarrollo, ha obstaculizado nuestro camino al desarrollo, pero no sólo eso es una amenaza latente para la democracia, pues fractura la sociedad misma, destruye la cohesión social y, por lo tanto, termina siendo un impedimento para entendernos y construir juntos y juntas un devenir que sea más libre y más justo”, afirmó.
Asimismo, expresó que el estallido social llamó la atención a distintos observadores, en especial en “un país que ha logrado índices importantes de crecimiento económico y de desarrollo humano que dan cuenta de importantes mejoras en la calidad de vida de su población, se haya visto enfrentado, a la vez, a una crisis tan profunda”.
“Desgraciadamente, lo que ocurrió en mi Patria no fue casual, no fue casualidad, sino la consecuencia de innumerables historias de dolor y postergación que se fueron incubando y afectando el corazón mismo de nuestra sociedad. Y quiero decirles que aquello, aunque no se espere, puede pasar en sus países también. Por eso los quiero invitar a anticiparse, anticiparnos todos juntos en la búsqueda de una mayor justicia social. Distribuir de mejor manera la riqueza y el poder debe ir de la mano con un crecimiento sostenible. Y tengo la profunda convicción que espero sea compartida, que aquello es posible y es urgente”, aseguró.
Boric también abordó la violencia ocurrida en ese momento, indicando que “este descontento se manifestó también en graves episodios de violencia, como la inaceptable quema de estaciones de metro y la vandalización de centros cívicos”.
Sin embargo, también apuntó a que “fuimos testigos de una represión descontrolada que terminó con muertes, heridos y más de 400 personas víctimas de trauma ocular producto de la acción del Estado, lo que constituye, desde el punto de vista de nuestro Gobierno y de organismos internacionales de derechos humanos, en una grave violación a los derechos humanos que debe ser reparada y así lo será”.
El jefe de Estado también resaltó la importancia de la democracia para caminar a una solución pacífica, la cual derivó en la redacción de una nueva Constitución que fue respaldada por un 80% de la ciudadanía en el plebiscito de entrada, pero también rechazada por un 62% en la consulta de salida.
“Hace algunas semanas, sin embargo, el trabajo realizado por la Convención Constitucional entre 2021 y 2022 fue sometido a consulta ciudadana a través de un plebiscito en el que los chilenas y chilenas participaron de nuevo masivamente, un 85% de participación. Y en este evento electoral, los ciudadanos rechazaron, de manera clara, la propuesta por un 62% contra un 38% por lo que hoy como país estamos buscando nuevas fórmulas para construir ese lugar de encuentro entre todos los chilenos y chilenas”, recordó.
Boric asimismo repasa a la derecha con la intención de atribuirse el triunfo del rechazo a una victoria de ese sector político, afirmando que “algunos han querido ver el resultado del plebiscito como una derrota del Gobierno. Y con toda humildad quiero hoy día decirles a estas Naciones Unidas que nunca un gobierno puede sentirse derrotado cuando el pueblo se pronuncia. En democracia, la palabra popular es soberana y es la guía para todo momento”.
“Pero ¿por qué les hablo de esto? Porque, a diferencia del pasado, en que las diferencias en Chile fueron resueltas a sangre y fuego, hoy las chilenas y los chilenos acordamos enfrentar de manera democrática nuestros desafíos”, señaló.