Entre el 16 y el 19 de septiembre se realizará en Nueva York la Cumbre para la Transformación de la Educación, convocada por Naciones Unidas en el marco de su Asamblea General. Esta cita global se organiza como hito clave en respuesta a la grave crisis mundial que afecta a la educación en materias de igualdad, inclusión, calidad y relevancia, y para sembrar las semillas de transformar la educación en un mundo en rápida evolución.
La Cumbre persigue elevar la educación como una prioridad en la agenda política global para movilizar la acción y la voluntad de los líderes mundiales que permitan recuperar el terreno perdido en la enseñanza, sumando también al sector privado y la sociedad civil. Se espera una alta participación de jóvenes que dialogarán con los líderes mundiales acerca de su perspectiva sobre las necesidades del sector educativo.
El encuentro se realiza mientras en el mundo la educación ve los efectos negativos de la pandemia en niños, niñas y adolescentes, con pérdidas de aprendizajes, de estudiantes matriculados e impacto en la salud mental en las comunidades educativas. Los actuales sistemas de enseñanza están fallando a los estudiantes de todas las edades y es por esta razón que deben adaptarse a los cambios para permitir que florezca la creatividad. Los recursos para el aprendizaje necesitan evolucionar y reflejar las transformaciones que tienen lugar en las formas de enseñar y aprender, como también es necesario desarrollar alternativas para que quienes hayan quedado excluidos del sistema educativo puedan adquirir habilidades básicas para la vida, nuevas competencias, y mejorar las que poseen, en continua formación.
En este contexto, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, convocó a los líderes mundiales a un encuentro que busca generar compromisos nacionales e internacionales para transformar la educación, así como aumentar la participación pública y apoyo al proceso de transformación, y definir lineamientos que se traduzcan en una declaración de principios de Naciones Unidas para guiar a los países en este camino de transformación educativa.
“Como Sistema de las Naciones Unidas en Chile, estamos comprometidos a apoyar al Estado en su compromiso de sumarse al desafío global de transformar la educación, con el fin de reducir las enormes desigualdades acentuadas por la pandemia de COVID-19 y, de este modo, acelera también el cumplimiento de los ODS y su consecutivo Desarrollo Sostenible”, enfatizó la María José Torres, Coordinadora Residente del Sistema de las Naciones Unidas en el país.
Claudia Uribe, directora de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago) a su vez señaló: “Es urgente acelerar el paso hacia la recuperación educativa para hacer efectivo el derecho a la educación y para no perder décadas de progreso en esta materia. En América Latina y el Caribe las dificultades económicas y la COVID-19 desaceleraron el avance hacia las metas del ODS4 de la Agenda 2030, haciendo que su cumplimiento, que no estaba asegurado aun antes de la pandemia, sea hoy bastante improbable a menos que se modifique el rumbo de las políticas y se incremente el financiamiento para la educación”.
El Representante de UNICEF en Chile, Paolo Mefalopulos, sostuvo que “la pandemia tuvo un efecto devastador en la vida de niños, niñas y adolescentes en todo el mundo, especialmente en educación. La interrupción de las clases presenciales causó rezago en el aprendizaje, lo que afectó principalmente a los niñas y niñas de los sectores más vulnerables. Chile, al igual que todos los países del mundo, tiene un enorme desafío en esta materia y en esta reunión se buscará que los países colaboren en la búsqueda de soluciones.
Ejes temáticos de la cumbre para la transformación
El futuro de cientos de millones de niños, niñas y adolescentes de todo el mundo demanda actuar con urgencia para garantizar que todos ellos accedan y permanezcan en el aula; que existan sistemas para evaluar su nivel de aprendizaje con regularidad; que la enseñanza sea eficiente y permita a todos y todas acelerar su aprendizaje y alcanzar su máximo potencial.
Para avanzar en estos puntos, la Cumbre sobre la transformación de la educación aborda ciertos ejes temáticos, llamados “vías de acción” con el objetivo de asegurar este derecho fundamental, para que, sin importar el lugar, ni la edad, ninguna persona se vea privado de ella.
Las vías de acción se centran en áreas específicas que necesitan atención, resortes fundamentales para transformar la educación con las cuales se tratará de movilizar nuevos compromisos, destacando las intervenciones políticas que funcionan y aprovechando las iniciativas y asociaciones existentes, como las que surgieron en respuesta a la pandemia de COVID-19. Al mismo tiempo, son una oportunidad para replantear y reimaginar el propósito y el contenido de la educación y las modalidades utilizadas para impartirla. Dicho de otro modo, para transformar la educación hacia futuros pacíficos, inclusivos y sostenibles de la humanidad y el planeta.
Las vías de acción garantizarán un contacto constante con los Estados Miembros y estarán abiertas a todas las partes interesadas y son:
Escuelas inclusivas, equitativas, seguras y saludables. Las altas tasas de pobreza, exclusión y desigualdad de género continúan impidiendo que millones de niños aprendan. La COVID-19 expuso aún más las desigualdades en el acceso y la calidad de la educación, mientras que la violencia, los conflictos armados y los desastres han aumentado la inseguridad
Aprendizaje y habilidades para la vida, el trabajo y el desarrollo sostenible. Hay una crisis en el aprendizaje fundamental, de alfabetización y habilidades numéricas. En 2020, más de 770 millones de personas aún carecían de habilidades básicas de alfabetización, de los cuales dos tercios eran mujeres. Los niños con discapacidades tienen un 42% menos de probabilidades de tener habilidades básicas de lectura y aritmética en comparación con sus compañeros.
Docentes, enseñanza y profesión docente. El cuerpo académico es esencial para lograr los resultados de aprendizaje y de transformación en la educación. Sin embargo, aquí también existen otros desafíos por resolver como escasez de docentes; falta de oportunidades de desarrollo profesional; bajo estatus y condiciones de trabajo; y falta de capacidad para desarrollar el liderazgo, la autonomía y la innovación docente.
Aprendizaje y transformación digital. La crisis de COVID-19 impulsó innovaciones sin precedentes en el aprendizaje remoto mediante el aprovechamiento de las tecnologías digitales. Al mismo tiempo, las brechas digitales excluyeron a muchos niños y niñas del proceso de aprendizaje, con más de dos tercios de los estudiantes en edad escolar (1300 millones de niños) sin acceso a Internet en el hogar.
Financiamiento de la educación. Si bien el gasto en educación global ha crecido en general, se ha visto frustrado por el alto crecimiento de la población, los costos superiores de administrar la educación durante la pandemia de COVID-19 y el desvío de la ayuda a otras emergencias, han dejado una enorme brecha financiera global en educación.