Esta es una de las primeras preguntas que la gente hace cuando aprende sobre la tecnología blockchain. Una pregunta aparentemente simple, todo el mundo esperaría sólo dos posibles respuestas: sí o no. Que tal si nos preguntamos la siguiente pregunta ¿Ningún banco estatal o central ha emitido dinero legalmente? En la mayoría de los países (incluyendo Chile), la respuesta es ni sí, ni no. Cuando hablamos de la emisión de Bitcoin o su circulación, estamos hablando de algo similar. Además, debido a su novedad, globalidad y potencial, Bitcoin y otras criptomonedas a menudo caen en un área gris en lo que respecta a la legalidad.
Actualmente, aún existen vacíos legales en la legislación activa de Bitcoin y los criptoactivos en la mayoría de los países. Se puede decir que las leyes de la mayoría de los bancos centrales del mundo establecen claramente que estas instituciones se especializan en la emisión de tipos de moneda. Pero como ya sabes, las criptomonedas tienen poco que ver con el dinero; es más, han sido clasificadas por varias instituciones como propiedad, mercancía, activo, valor…; además de posible medio de intercambio.
Al mismo tiempo, en ausencia de una legislación válida que regule la materia, Bitcoin sigue los pasos de los principios legales que permiten, pero no prohíben explícitamente.
Para que los inversores y comerciantes puedan beneficiarse del uso de estas tecnologías sin infringir ninguna ley, deben de reconocerlo según sus respectivas leyes nacionales. Declarar las ganancias logradas en los brókers regulados como Crypto Market, es una forma de operar con total legalidad. Algo similar a lo que hacen los inversionistas de la bolsa de valores.
En general, vale la pena preguntarse si estas tecnologías emergentes requieren de una legislación específica con el fin de que sea mucho mejor visto el invertir y creer en esta tecnología. Como ya sabemos, más allá del precio del bitcoins y el comprar barato y vender caro, los proyectos criptográficos poseen mucha más utilidad y proyección de lo que muchos creen. Es más, el hecho de que muchas instituciones de gran renombre inviertan en esta tecnología, demuestra el gran potencial que tiene el mundo digital. Por ejemplo, aplicaciones como los contratos inteligentes, los contratos condicionales y la automatización de los procesos comerciales diarios (seguimiento de bienes en las cadenas de suministro, por nombrar algunos) se han definido y reconocido como herramientas de comercio electrónico. Eso sí, sin legislación especial.
La postura legal de Chile sobre las criptomonedas es indulgente, incluso favorable.El banco central del país se ha movido para aprender más sobre el tema y varias agencias gubernamentales están explorando cómo aplicar la tecnología a sus procesos administrativos. Sin embargo, no existe una legislación que regule el tema, y aunque los intentos anteriores de extender los impuestos a las criptomonedas se han encontrado con una feroz oposición. Las discusiones sobre el primer marco regulatorio, clasificado como “inteligente” y diseñado para impulsar el negocio y el ecosistema de las criptomonedas en su conjunto, han sido las más destacadas de la reciente campaña regulatoria en Chile.