Llega septiembre y, como ocurre desde 2006, comienza además una nueva veda de la merluza común (Merluccius gayi gayi). También conocida como merluza chilena o pescada, esta pesquería se encuentra actualmente en estado de sobreexplotación y su recuperación es muy importante para la seguridad alimentaria del país, el sustento de alrededor de 11 mil pescadores y pescadoras a lo largo de Chile y también para la salud de los ecosistemas marinos.
La veda, que se extiende desde el 1 al 30 de septiembre, prohíbe la captura, comercialización y consumo de este pescado fresco durante el período que se considera como el peak anual de su proceso reproductivo.
“Como WWF Chile hemos apoyado la difusión de la veda desde el año 2015, sumándonos como ONG ambiental a los esfuerzos de la autoridad pesquera en el país. Esta veda es una de las medidas relevantes para contribuir a recuperar los stocks de merluza chilena, un recurso emblemático a nivel nacional que necesita también de otras acciones, como el combate a la pesca ilegal, para poder salir de su estado de sobreexplotación”, señala María Jesús Gálvez, coordinadora de Pesquerías Sustentables de WWF Chile.
Según cifras del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca), la última veda de la merluza común, en septiembre de 2021, alcanzó un 98% de cumplimiento, con 1.053 fiscalizaciones entre las regiones de Coquimbo y Biobío, las que arrojaron 18 infracciones, totalizando 5,8 toneladas del recurso extraídas durante el periodo de prohibición.
“Llamamos a todas y todos los actores de la cadena pesquera, incluyendo a las y los consumidores, a respetar la veda prefiriendo otros productos del mar durante septiembre, para así contribuir a la recuperación de nuestra querida pescada y también a la diversificación del sector, considerando la gran variedad de recursos que nos entrega el océano para realizar un consumo responsable”, agrega la representante de WWF Chile, organización que en 2017 instauró el Día Nacional de la Merluza Chilena, cada segundo domingo tras el término de la veda.