Por 92 votos a favor, 27 en contra y 12 abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó la resolución 73, la cual solicita al presidente de la República la creación de una policía fronteriza profesional, lo que sin duda revela el populismo parlamentario ya que para ello esta Carabineros de Chile, una institución que además es profesional o a menos que sus Graciosas Señorías quieran una policía fronteriza privada.

Esta policía debiese especializarse en la gestión de procesos migratorios y control de fronteras. Para ello debe contar con las atribuciones necesarias tanto para evitar la inmigración ilegal, como para proteger la dignidad y los DD.HH. de las personas migrantes.

La iniciativa detalla que la inmigración irregular ha aumentado exponencialmente en Chile. En 2017 se registraron 2 mil 095 ingresos irregulares; en 2020, 16 mil 848; y solo en la primera mitad del año 2021, se contabilizaron 23 mil 673 ingresos por pasos no habilitados.

«Como consecuencia directa las regiones del norte, desde hace 3 años han sido escenario de una crisis humanitaria. Esta se caracteriza por el creciente número de migrantes que tienen la intención de ingresar al país», señala una nota oficial de la Cámara Baja.

Este fenómeno plantea importantes desafíos en distintas materias, siendo una de ellas la seguridad pública. Se indica que esta no solo abarca la población chilena, cuya convivencia y condiciones de vida han cambiado radicalmente producto de una entrada desordenada e indiscriminada de extranjeros, sino también garantizar la integridad física y psíquica de los migrantes.