Representa un tercio de la vida de una mujer. Cada año, 25 millones de mujeres pasan por la menopausia y para el 2025 se espera una cifra de 1.200 millones de mujeres postmenopáusicas en todo el mundo.

La menopausia es un proceso natural que se establece, en promedio, a los 51 años. Pero en la actualidad ¿Sigue siendo tabú? La sociedad está cambiando, y las mentalidades y los estilos de vida también ¡Ha llegado el momento de quitarle el dramatismo a esto!

Al igual que la pubertad, se trata de una época de cambios hormonales. Eso marca una nueva etapa en la vida de una mujer, con una nueva percepción de su cuerpo y de su feminidad, en una edad en que aún rebosan de energía.

La transición se lleva a cabo gradualmente y en dos etapas:

– Durante la perimenopausia vienen las primeras variaciones hormonales. Se caracteriza por ciclos menstruales irregulares y puede tener tanto impactos físicos como sofocos, piel envejecida, cambios en el crecimiento del cabello, aumento de peso, entre otros, e impactos psicológicos, tales como cambios de humor e insomnio.

– Luego viene la post-menopausia, que se dice que ha comenzado cuando el ciclo menstrual ha cesado por más de un año. Algunos síntomas disminuyen o desaparecen gradualmente como sofocos y cambios de humor. Mientras que otros se intensifican, tales como los signos de envejecimiento de la piel y osteoporosis.

En ambas etapas, el envejecimiento cronológico se acelera por factores del exposoma y, más concretamente, por variaciones hormonales.  En la menopausia, la disminución de estrógenos y el aumento de cortisol tienen impacto en el cuerpo y la mente, pero también en la piel. Este desequilibrio hormonal impacta 5 propiedades: Alteración de la barrera cutánea, disminuyen las defensas antioxidantes, se pierden lípidos epidérmicos, disminuye la síntesis de colágeno y elastina y la renovación celular se hace con menor frecuencia.

“En la piel, su impacto se siente en cada capa. La producción de sebo disminuye y la epidermis se adelgaza, lo que altera la calidad de la función de barrera natural. Se reducen las defensas antioxidantes. La producción de colágeno, elastina y la síntesis de ácido hialurónico se ralentizan. Las consecuencias son visibles: La piel está más seca, más fina, pierde tonicidad y firmeza, y las arrugas se acentúan, mientras aumenta la presencia de manchas de la edad”, explicó el Ginecólogo Dr. Marcelo Bianchi, del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Clínica Las Condes, en un simposio sobre Menopausia y Piel realizado por SOCHEG, Sociedad Chilena de Endocrinología Ginecológica.

Para responder a estas necesidades de la piel, Vichy ha desarrollado línea de productos Neovadiol, co-desarrollado con dermatólogos, ginecólogos y endocrinólogos, que contienen Proxylane y Extracto de Cassia para ayudar a compensar los cambios hormonales provocados por la menopausia.

“La eficacia es nuestra prioridad y, por eso, las fórmulas han sido clínicamente probadas por dermatólogos en mujeres durante la menopausia con piel sensible”, comenta Camila Moreno, Encargada de Comunicación Científica Vichy Laboratorios.

La menopausia, por tanto, no es una enfermedad, sino una nueva etapa en la vida de la mujer y, al contrario de lo que muchas veces se cree, no marca de ninguna manera el inicio de la vejez, ya que con los cuidados adecuados se puede llevar de mejor manera los cambios que se experimentan. Así que dile ¡Adiós a los mitos!

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