La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, constituyó el domingo que esta semana visitará cuatro países asiáticos pero sin mencionar a Taiwán, tema que había causado roces con China, reporta ese domingo un cable de AP.
En una declaración, Pelosi dijo que encabezará una delegación legislativa a Singapur, Malasia, Corea del Sur y Japón para hablar de comercio, la lucha contra la pandemia, el cambio climático, la seguridad regional y “la gobernabilidad democrática”.
Pelosi no ha confirmado reportes de que visitará Taiwán. El presidente chino Xi Jinping, en una conversación telefónica el jueves con el mandatario norteamericano Joe Biden, advirtió que Estados Unidos no debe mediar en Taiwán.
China considera todo contacto estadounidense con Taiwán como aliento a que la isla, que de facto es autónoma, se independice permanentemente. Pelosi, como titular de una de las tres ramas del gobierno norteamericano, sería la funcionaria de mayor rango en visitar Taiwán desde que lo hizo Newt Gingrich, también presidente de la cámara, en 1997.
“Bajo el fuerte liderazgo del presidente Biden, Estados Unidos está férreamente comprometido con un contacto estratégico con la región, con el entendimiento de que una región Indo-Pacífica libre y próspera es crucial para la seguridad de nuestra región y de todo el mundo”, dice la declaración.
Taiwán y China se escindieron en 1949 cuando los comunistas en la China continental ganaron la guerra civil. Ambas partes dicen que son un solo país pero discrepan en cuanto a cuál es el gobierno legítimo. No tienen relaciones oficiales pero están entrelazados por millas de millones de dólares en comercio e inversiones.
Estados Unidos cambió su reconocimiento diplomático de Taipei a Beijing en 1979, pero mantiene relaciones informales con la isla. Washington está obligado por ley federal a garantizar que el gobierno de Taiwán tenga los medios para defenderse.
Beijing no ha dado detalles sobre cómo reaccionaría si Pelosi visita Taiwán, pero el Ministerio de Defensa observó la semana pasada que las fuerzas chinas tomarán “fuertes medidas para impedir cualquier interferencia extranjera”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China afirmó que “quienes jueguen con fuego, por fuego perecerán”.