Ha terminado el proceso constituyente y este 4 de julio se ha entregado el texto de la nueva Constitución, y comienza la campaña por Apruebo o Rechazo, pero cierta prensa hace rato que está lanzada en la campaña del terror y para ello han desenterrado y sacado de sus sarcófagos a vetustos políticos que tuvieron el control del país por décadas y que se repartieron el poder por décadas y sin mucho miramiento ideológico, porque el poder los unió.
Ahora, algunos medios de comunicación están empeñados en más que informar, dirigir una posición en lo que será el plebiscito de salida el 4 de septiembre próximo, ya que han comenzado a realizar lo que se podría denominar “arqueología política”, para que «iluminen» con su sabiduría a ese «populacho», esa prensa cree que revivir a estos viejujos políticos que -ciertamente- marcaron un momento relevante con el regreso de la democracia y con una política que la ciudadanía ha cuestionado como es el de los “acuerdos”, las “cocinas” y hacer las cosas “en la medida de lo posible”, pero siempre posible para las viejas élites que se han repartido el poder y su control en los últimos años.
En este nuevo escenario que se implantó en Chile tras el estallido social del 18 de octubre de 2019, la política, los políticos añejos-vialicios y los partidos políticos, como también las instituciones que los cobijan, llámese Congreso, se han precipitado en caída libre en cada encuesta que se da a conocer. Y parece que quienes se visten con ropa de “políticos” no han entendido la detonación social que hubo ese octubre, ya que ahora que se acerca el plebiscito del 4 de septiembre, han comenzado a aparecer en distintos medios las voces disidentes al “Apruebo” y remarcando, como ha sido la tónica, de explicar sus motivos por el “Rechazo” a la nueva Carta Magna propuesta por la Convención Constituyente.
Es así que aparece Emol, de la empresa El Mercurio, citando a ancestrales próceres de lo que fue la Concertación como el ex ministro de Michelle Bachelet y radical, Isidro Solis, quien en una explicación inverosímil tal como lo hizo en su momento el senador argentino Julio Cobos, quien en una votación para destrabar la resolución 125, expresó muy rampante “MI VOTO ES NO POSITIVO”.
Con Solis ocurre algo parecido, ya que en declaraciones a Emol expresó que “votaré rechazo con la misma fuerza y épica que dijimos ‘no’ a Pinochet en el plebiscito de 1988”, agregando que “la propuesta de Constitución es extraordinariamente mala y dañina para la democracia en Chile”. Algo que contrasta con las declaraciones de aquella época que era la de “sacar al dictador” y luego “cambiar la Constitución de 1980”, cosa que ahora se declara en contra.
También está el caso de radio Cooperativa -vinculada a la DC- , donde el abogado constitucionalista Jorge Correa Sutil y ex subsecretario del Interior bajo el Gobierno de Ricardo Lagos, metió “cuco” con el hecho que la “derecha tiene la llave, porque sin ella no va a ser posible tener un nuevo proceso constituyente”, añadiendo que para “quienes estamos frustrados con este proceso podamos rechazar con la esperanza cierta de que vamos a tener una nueva Constitución”.
Pero esto no queda allí, puesto que otros medios de comunicación, especialmente canales de televisión han acudido a personajes como Jorge Burgos, Genero Arriagada, Fulvio Rossi, Mariana Aylwin, Soledad Alvear y Gutenberg Martínez para alinearse con otros personeros de la derecha y que rechazan la nueva Constitución como Constanza Hube, Marcela Cubillos, Ruth Hurtado, Carol Bown, Cristian Monckeberg.
Las extrañas declaraciones de Solis y de Amarillos por Chile de “rechazar para reformar”, se suman a las de Alvear, quien dijo en otro medio que “nosotros vamos a rechazar, en el plebiscito, esta Constitución aprobada por la Convención. Pero es un rechazo con esperanza, sin odio y sin rencor”.
Incluso Burgos -que a esta altura podría ser perfectamente Republicano o UDI y no DC-, en radio Agricultura, sostuvo que “hay que darnos una nueva oportunidad, hay que rechazar esta propuesta y darnos una nueva oportunidad y de tener una buena, nueva, Constitución. No basta tener una nueva Constitución, hay que tener una buena nueva Constitución, por eso esta no”.