Las cifras revelan que son entre 3 y 5 kilos los que se aumentan en promedio durante esta época del año, debido principalmente a la ingesta de comidas con más calorías y a la falta de ejercicios.

Hoy, más de 2 billones de personas en el mundo padecen sobrepeso u obesidad y se estima que para el 2030 el 50% de la población mundial también estará excedida de peso o con algún grado de obesidad.

Llegó el invierno, época de sopaipillas, calzones rotos y pancito amasado, que disfrutamos mientras llueve o hace frío en la comodidad de nuestra casa. No es de extrañar entonces que sea justamente esta temporada del año, en la que los chilenos subimos más de peso. A la mayor ingesta de comidas calóricas, se suma la falta de ejercicio, que dejamos de lado principalmente por no exponernos a las bajas temperaturas.

Así lo afirmó el estudio “Chile Come Sano”, realizado por GFK Adimark y Jumbo, en donde se evidenció que 9 de cada 10 chilenos hace al menos el intento de llevar una alimentación saludable. Las mayores barreras se presentan en la falta de tiempo o la falta de dinero y muchos de estos hábitos poco saludables en alimentación, se traspasa a los hijos. No debemos olvidar que Chile es conocido por ser el país con mayores tasas de sobrepeso en Latinoamérica, según las últimas cifras de la Organización Mundial de la Salud.

A esto, podemos sumar que la pandemia provocó que muchos de los hábitos saludables y deportivos cambiaran en forma drástica. Aumentó considerablemente el consumo de comida chatarra, los horarios para comer se desordenaron y el descenso de los alimentos saludables en la dieta diaria, se incrementó.

El cirujano digestivo, Dr. Marcos Berry, destaca que: “en Chile 1 de cada 3 personas vive con obesidad. Hoy el cambio de hábitos se impone en el mundo y se instalan los procedimientos no invasivos para tratar el sobrepeso en forma efectiva. Una de las alternativas que revoluciona la forma de bajar de peso  es un programa integral de vida saludable que se inicia en las primeras consultas con un grupo multidisciplinario, donde se evalúa al paciente para la implantación de un novedoso balón gástrico ingerible, que se ubica en el estómago del paciente y es el inicio para quienes deseen un cambio en su vida sostenido en el tiempo”. 

A su vez, el Dr. Pablo Marín, especialista en Cirugía de Bariátrica y Metabólica asegura que “la pandemia dejó un aumento en las consultas por sobrepeso y obesidad, secundarias al aumento del sedentarismo por las restricciones de movilidad y gimnasios cerrados y un aumento de los trastornos de ansiedad que generó el confinamiento, junto a los cambios en la rutina laboral. Además, un desorden en los horarios y alimentación poco saludable que trajo el aumento de los pedidos de delivery”.

¿Qué podemos hacer para cambiar nuestros hábitos?

Para escapar de los métodos tradicionales e invasivos, son cada vez más personas con sobrepeso y obesidad las que deciden probar tratamientos médicos sin ningún tipo de hospitalización, que se apoyan con programas integrales para los pacientes.

El balón gástrico ingerible, por ejemplo, ha llegado a revolucionar el mercado, ya que no requiere ni cirugía, ni endoscopia, ni anestesia. Se trata de un programa totalmente ambulatorio que requiere una gran condición: cambiar los hábitos. Por eso, este tipo de procedimientos se acompañan de un equipo multidisciplinario que acompaña al paciente, además de contar con un balón ingerible, que  ocupa gran parte de la luz del estómago con el objetivo de brindar saciedad para reducir el apetito mientras el paciente se reeduca y adquiere nuevos hábitos de alimentación saludable incorporando también  la actividad física como parte del  tratamiento. El paciente recibe también herramientas de seguimiento que incluye: la app junto a una balanza a la que estará conectada el reloj HealthTracker, que le permiten el seguimiento preciso del paciente.

El Dr. Berry destaca que “este programa está dirigido a personas que tienen sobrepeso u obesidad, con  un índice de masa corporal (IMC) ≥ 27”. En este escenario se presenta Allurion, un programa integral que permite adelgazar entre el 10 y el 15 por ciento del peso corporal en sólo 6 meses. En el mundo, se han colocado cerca de 70 mil balones sin necesidad de pasar por un quirófano. El dispositivo se coloca en el estómago del paciente en una simple visita de 20 minutos al médico, para producir la sensación de saciedad y es el inicio para quienes deseen un cambio en su vida sostenido en el tiempo. El balón se elimina en forma natural a los 4 meses”.

Para el Dr. Marín, quien trabaja en base a este programa, “el paciente ideal es aquel que, por razones puntuales, tuvo un alza repentina del peso y que previamente tenía hábitos saludables que fueron interrumpidos, por ejemplo, lo que pasó en la pandemia, el embarazo o alguna lesión traumatológica que les impidió continuar su actividad física. También son muy buenos candidatos, aquellos pacientes que, para realizarse alguna cirugía, su médico le pide una baja de peso previa de 10-15% de peso para disminuir riesgos o mejorar resultados funcionales, como en aquellos pacientes que necesitan cirugías traumatológicas de pie, rodillas, caderas y columna lumbar, donde el peso juega un rol importante en su persistencia. También es muy útil, en aquellos pacientes que se quieren realizar cirugías cosméticas, para optimizar sus resultados, es recomendable tener una baja de peso previa”.