LOS ÁNGELES (AP) — Naasón Joaquín García, líder de la iglesia mexicana La Luz del Mundo que enfrentaba cargos de violación infantil y otros, admitió el viernes que abusó sexualmente de tres niñas, dijeron fiscales estatales de California, pocos días antes de la fecha en que hubiera de iniciar su juicio.
García, de 53 años, se declaró culpable en la Corte Superior de Los Ángeles de dos cargos de cópula oral forzada que involucran a menores de edad y un cargo de un acto lascivo contra una niña que tenía 15 años. El lunes iba a ser seleccionado el jurado de su juicio por cargos que también incluyen tráfico humano para producir pornografía infantil.
García era considerado el “apóstol” de Jesucristo que podía conducir a los fieles a la salvación. Los fiscales dijeron que se valió de su influencia espiritual para tener relaciones sexuales con varias feligresas.
La Iglesia que encabeza fue fundada por su abuelo en 1926 y tiene 5 millones de seguidores en todo el mundo.
“García perdió su poder para aprovecharse de niñas”, dijo el procurador Rob Bonta en un comunicado. “Se apoyaba en los que lo rodeaban para preparar a feligresas con el propósito de cometer abusos sexuales. La declaratoria de culpabilidad de hoy nunca podrá deshacer el daño, pero ayudará a proteger a generaciones futuras”.
El hecho de que se haya declarado culpable es un cambio abrupto de posición con respecto a los desmentidos de sus abogados y el ferviente apoyo que le ha dado su Iglesia, la cual tiene su sede en la ciudad de Guadalajara. La Iglesia y los abogados de García no hicieron comentarios por el momento sobre la declaratoria de culpabilidad.
García podría ser sentenciado a hasta 16 años y ocho meses de cárcel en una audiencia programada para el miércoles. Sigue encarcelado y se le ha fijado una fianza de 90 millones de dólares.
Fue arrestado en 2019 y encausado junto con dos feligresas, las cuales fueron acusadas de facilitar los abusos.
Además de tener que vérselas con sus acusadoras en el juicio, el líder eclesiástico enfrentaba la perspectiva de tener que desmentir a una de sus cómplices: Alondra Ocampo, exlíder del grupo juvenil de la Iglesia.
Ocampo ya se había declarado culpable y reconoció que le ayudó a García a hallar a sus víctimas y que participó en abuso de los, e iba a testificar contra él.
El abogado de Ocampo, Fred Thiagarajah, dijo que su cliente habría sido el testigo estelar que podría corroborar el testimonio de víctimas y proporcionar contexto para los argumentos de la fiscalía.
“Ella reclutaba activamente a niñas y las preparaba para él”, dijo Thiagarajah. “Ella elegía niñas y las traía al círculo íntimo de él. Su tarea era sexualizar a estas niñas y facilitar que se abusara de ellas”.
Ocampo les decía a las niñas que, si rechazaban los deseos del “apóstol”, actuaban en contra de Dios, según los cargos.
Las alentaba a vestir ropa provocativa y bailar para García, que entonces “les daba un discurso acerca de un rey que tenía amantes y afirmaba que un apóstol de Dios nunca puede ser juzgado por sus actos”, según señalan los cargos.